El Mundo.- Hubo un acuerdo previo entre las partes, por lo que no fue necesario el juicio. Otros cinco acusados están a la espera de ser juzgados, tres de ellos en prisión provisional.
Los dos menores detenidos por el crimen de Samuel Luiz el 3 de julio de 2021 en el paseo marítimo de La Coruña han sido condenados por su participación en los hechos y en estos momentos ya están cumpliendo condena de internamiento en un centro de menores de régimen cerrado.
Ambos adolescentes han sido condenados a principios de este mes de abril sin necesidad de celebrar juicio, pues se produjo un acuerdo previo entre las partes que derivó en una sentencia firme dictada con la conformad de los propios menores.
Tanto el Juzgado de Menores de La Coruña como la Fiscalía confirman oficialmente que existe esa condena y que ya es firme, pero descartan facilitar más detalles de la misma por la especial protección que tienen ambos acusados por su condición de menores.
El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) confirma, además, que «en este momento» ambos se encuentran «cumpliendo una medida de internamiento en régimen cerrado», descartando aportar más datos. Dado que ambos estaban investigados por un delito de homicidio, todo apunta a que la condena haya sido por ese delito, pero tampoco ese dato se ha facilitado.
Esta condena llegó in extremis para evitar la puesta en libertad vigilada de ambos, pues los dos adolescentes estaban, como medida preventiva, en un centro de menores de régimen cerrado desde una semana después del crimen, el 11 de julio de 2021, y la Ley del Menor limita a nueve meses el tiempo máximo de esta medida cautelar antes de que el menor sea juzgado.
En concreto, la Ley Orgánica 8/2006 reguladora de la responsabilidad penal de los menores recoge que el tiempo máximo de la medida cautelar de internamiento será de seis meses, y podrá prorrogarse, a instancia del Ministerio Fiscal, previa audiencia del letrado del menor y mediante auto motivado, por otros tres meses como máximo.
En este caso, la medida se prorrogó hasta el máximo legal, pero, de no haberse celebrado el juicio, este lunes 11 de abril habrían quedado en libertad. Finalmente, tan sólo unos días, antes, a principios de abril, se produjo este acuerdo y los adolescentes están condenados en firme. Además, a uno de ellos esta condena se le suma a una anterior, pues ya estaba en libertad vigilada por otro delito cuando se produjo el crimen de Samuel y fue detenido.
EN FASE DE INSTRUCCIÓN JUDICIAL
En esta causa hay siete personas investigadas por un delito de homicidio y las otras cinco están a la espera de juicio, con el caso todavía en fase de instrucción. En concreto, hay tres adultos en prisión provisional y dos personas más en libertad provisional con obligación de comparecencias periódicos en el juzgado.
Todos están acusados por participar en la brutal paliza grupal al joven Samuel, que tenía 23 años, si bien una de ellas, la única chica investigada, tan sólo por su papel de encubridora. Los siete están acusados por los mismos hechos, pero serán juzgados en dos procedimientos diferentes, pues los dos menores fueron sometidos a la jurisdicción específica por su edad.
En el caso de los adultos, la instrucción judicial están pendiente tan solo de una última diligencia. El Juzgado de Instrucción número 8 de La Coruña ha enviado una comisión rogatoria a Estados Unidos para poder tener acceso a datos borrados de distintas redes sociales por los supuestos autores del crimen. Se considera una prueba fundamental ante la sospecha de que los investigados pudieron comunicarse sobre este particular tras los hechos y a continuación borraron los mensajes.
Samuel Luiz fue asesinado en la madrugada del 3 de julio cuando salía de un local de ocio nocturno del paseo marítimo de La Coruña como resultado de una paliza grupal en la que recibió más de 40 golpes y un botellazo. Desde el primer momento, uno de los ejes de la investigación fue determinar la motivación del crimen. Los testigos relatan que fue atacado al grito de «maricón» y «maricón de mierda», de modo que las acusaciones piden que los siete investigados también sean juzgados por un delito de odio porque entienden que se trata de un crimen homófobo.
Distintas informaciones apuntan a que Samuel y una amiga que lo acompañaba en el momento del crimen ya habían discutido con sus agresores dos horas antes de la agresión y que uno de los agresores, el supuesto responsable del golpe portal, pudo reunirse en un parque con un grupo de amigos horas después del crimen y en el encuentro habría realizado insultos homófobos.
