La batalla judicial de Violet Ferrer, acosada en redes sociales por ser trans: “Todo el mundo en el trabajo se enteró a través de Twitter de que no estaba operada”.

, | 31 marzo, 2022

Newtral.- Violet Ferrer presentó una querella por sufrir acoso en redes por ser una mujer trans. Un informe policial determina que la investigada es beligerante y siente animadversión hacia las personas trans que no se han sometido a una reasignación genital.

Violet Ferrer, de 43 años, es actriz y profesora. En 2020, al grupo de WhatsApp de la organización en la que trabajaba llegó un tuit en el que una usuaria de Twitter decía: “Violeta Ferrer Micó, prototipo de ‘maricón con tetas’. No soporta que yo sea una mujer y me tiene una inquina patológica”. La publicación iba acompañada de una foto de Violet. “Una persona del trabajo lo compartió en el grupo y todos comenzaron a comentarlo. A partir de ahí, sentía que tenía que dar explicaciones acerca de mi identidad de género [es una mujer trans]. La usuaria era una antigua amiga mía con la que ya no tenía relación desde mi transición”, explica Violet a Newtral.es.

La usuaria de Twitter no solo arremetía contra Violet, sino que en otros tuits mencionaba que otras mujeres trans tenían pene. En uno de ellos añadía: “Me recuerda mucho a una ex-amig@ transgénero”. Así, esta usuaria aludía, de forma negativa y reiterada, a las mujeres tránsgenero como aquellas que no se han sometido a una reasignación genital. “Todo el mundo en el trabajo se enteró a través de Twitter de que no estaba operada. Estaba en shock. Pero pensé que no tenía que avergonzarme de nada, así que denuncié en Twitter la publicación. Pensé que se quedaría ahí”, relata la víctima. 

Sin embargo, el acoso por la identidad de género de Violet continuó por WhatsApp. “No la bloqueé por miedo a las represalias, a que siguiera poniendo cosas mías personales en Twitter. Pero aquello me minó y al final decidí presentar una querella”. Esta fue admitida a trámite y, como parte de la fase de instrucción, el magistrado pidió a la Unidad de Investigación de Radicalismos en la Red de los Mossos d’Esquadra (UIRAX) un análisis de las redes sociales de la investigada para ver si constaban “publicaciones que indiquen animadversión hacia el colectivo al que pertenece la víctima”, tal y como aparece en la documentación del caso, a la que ha podido acceder Newtral.es.

Caso Violet Ferrer: un informe policial señala que la investigada siente “animadversión” hacia las personas trans

El informe elaborado por la UIRAX determina que la investigada “no solo es beligerante con las mujeres tránsgenero que no están operadas, sino también con el colectivo LGTBI, manifestando que es contraria a la actual ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos LGTBI”. “Esta instrucción entiende que el conflicto se origina en cómo entiende [la investigada] la condición de mujer tránsgenero o reasignada de género, distinción que manifiesta en numerosas publicaciones, diferenciando entre quienes han completado el proceso de cambio de sexo y las que no se han operado”, añade la UIRAX en su informe de 75 páginas. 

El informe constata que los tuits mencionados contra Violet Ferrer y otras personas trans proceden de la investigada y que existieron, a pesar de que en el momento de comenzar la investigación su cuenta estaba suspendida. Para concluir que “es beligerante con las mujeres tránsgenero que no están operadas” y que sí “tiene animadversión hacia el colectivo al que pertenece la víctima”, la UIRAX analizó las diferentes cuentas de la investigada e incluye en el documento aquellos que sostienen esta afirmación.

Algunos ejemplos, vertidos principalmente en Twitter, aunque también en sus cuentas de Facebook e Instagram, son comentarios como “En contra de la ley trans, la ideología queer y el movimiento lgtbiq+. Cada vez entiendo más a Hitler” o “Soy antimaricones y bolleras. A los gays y lesbianas los respeto. Los primeros son basura y lo segundo son gente respetable”. Pero también señala que a las mujeres trans que no han modificado sus genitales “les da morbo hacer el papel de mujer”, señalando que se trata de “fetichisimo sexual”, así como que hay que operarse “para tener relaciones sexuales sanas”. 

También arremete contra una amiga trans de Violet Ferrer, de quien publica en redes su nombre completo, el lugar en el que trabaja y señala que es “un tío promiscuo fetichista que se pone el disfraz de ‘cuerpo no normativo’”. En otro tuit, sobre esta misma persona, indica que es “otra lesbiana con pene”.

Qué pide la acusación particular en la querella

“Ahora mismo ya se han practicado las diligencias y, por nuestra parte, no vamos a requerir practicar más diligencias porque consideramos que el informe policial es muy contundente, algo poco habitual en estos casos. Ahora estamos a la espera de que el juez, si así lo estima, abra juicio oral y ponga fecha”, explica a Newtral.es el abogado Isaac Guijarro.

En la querella presentada por la defensa legal de Violet Ferrer, ejercida por el abogado Isaac Guijarro, del bufete Olympe Abogados, se acusa a la investigada de cinco delitos. Principalmente, la acusan de cometer un delito de odio, pero también de otros cuatro: contra el honor (por injurias), contra la integridad moral, de hostigamiento y de revelación de secretos. 

“Hemos pedido, en primer lugar, la aplicación del artículo 510 del Código Penal, el de delito de odio. Pero como sabemos que a veces esto se desestima, hemos pedido la agravante por odio en los otros cuatro delitos. En caso de que se pruebe que hubo uno o varios de esos cuatro delitos, pedimos que se contemple la agravante por odio porque queremos dejar clara la motivación de la investigada”, explica Guijarro.

El Código Penal español tipifica como delito de odio, en su artículo 510, la promoción, incitación y difusión de materiales, acciones o violencia hacia personas por su raza, sexo, orientación sexual e identidad de género, entre otros. Es decir, hacia “grupos diana”, como los define una circular de 2019 de la Fiscalía General del Estado sobre pautas para interpretar los delitos de odio tipificados en el Código Penal. También contempla la lesión a la dignidad a través de la humillación, el menosprecio o el descrédito. 

Por otro lado, en el artículo 22.4 del Código Penal se establece que se considerará agravante cuando un delito se cometa por motivos “racistas, antisemitas u otra clase de discriminación referente a la ideología, religión o creencias de la víctima, la etnia, raza o nación a la que pertenezca, su sexo, edad, orientación o identidad sexual o de género, razones de género, de aporofobia o de exclusión social, la enfermedad que padezca o su discapacidad”.

La abogada Charo Alises, autora de guías sobre delitos de odio LGTBI y responsable de la Comisión de Derechos Humanos del Colegio de Abogados de Málaga, explicaba en conversación con Newtral.es que esta es una agravante por odio que se aplica a otros delitos: “Por ejemplo, a una persona condenada por un delito de lesiones, si se prueba que tenía una motivación LGTBIfóbica, se le aplicará la pena en su mitad superior”.

Alises apuntaba que “todo se englobaría dentro de lo que consideramos delitos de odio, aunque el Código Penal haga esa diferenciación en su tipificación”. Así, para que se aplique el 510 “debe probarse el motivo discriminatorio”.

La Fiscalía se ha personado en el caso de Violet Ferrer

La Fiscalía se ha personado en el proceso judicial iniciado por Violet Ferrer, pidiendo el informe detallado sobre el presunto discurso de odio de la investigada en redes sociales. En conversación con Newtral.es, Miguel Ángel Aguilar, fiscal de Delito de Odio de Barcelona, no confirma que la Fiscalía vaya a practicar la acusación, ya que antes “se deben valorar adecuadamente todas las diligencias practicadas”. “Somos parte del procedimiento, por lo que promovemos que los hechos se investiguen y, si consideramos que hay delito, ejercitaremos las acciones penales correspondientes, es decir, la acusación”, añade.

Este fiscal especializado en delitos de odio señala que “en ocasiones, cuando un hecho no tiene la entidad ni la gravedad para considerarse delito, se deberían tomar medidas porque ciertos discursos hostiles son la antesala de las agresiones físicas”. “Por ello, para este tipo de situaciones, pedimos que se implemente una respuesta no penal, sino a través de la vía sancionadora administrativa”, apunta Aguilar. 

También recuerda que para considerarse “delito o discurso de odio debe reunir una serie de requisitos”, para lo cual se analizan “determinados parámetros como el alcance que ha tenido, la difusión pública, si retiró los contenidos voluntariamente o si ha pedido perdón”. Eso sí, Aguilar matiza que “la libertad de expresión no puede ser libertad para agredir” y considera que con las redes sociales “el efecto multiplicador de los discursos de odio es elevadísimo”: “El alcance es mayor porque hay capacidad de llegar a muchísima gente, a menudo con la sensación de impunidad al refugiarse en el anonimato”, concluye.

Transfobia en redes sociales y el impacto en la salud mental

Me sentí muy señalada, no sabía cuánta gente había podido ver esa publicación, si me iban a reconocer, si me iban a hacer algo por la calle… En el trabajo tampoco me sentí muy apoyada, ni siquiera me ofrecieron asistencia psicológica ni jurídica”, explica Violet Ferrer. 

Su contrato laboral finalizó, según la empresa, “porque terminaba el proyecto” para el que ella estaba contratada, según señala Violet. “Había bajado mi rendimiento pero porque llevaba meses sufriendo esto. El miedo fue mayor cuando me tuve que poner a buscar trabajo: me buscaba en Google para ver qué salía sobre mí, me daba mucha ansiedad pensar que alguien que me iba a contratar viera los tuits”, añade. 

En conversación con Newtral.es, María José Hinojosa, psicóloga que acompaña a personas trans en el Colectivo GAMÁ (Canarias), explica que “la transfobia tiene un gran efecto sobre la salud mental de las víctimas, desde la afectación a la autoestima hasta en el acceso al ámbito laboral”.

“Es un estigma que se queda por mucho tiempo, lo que le hace sentir todavía más vulnerable. Por ejemplo, si sale a tomar algo con una amiga y alguien le mira mucho, lo que esta persona puede sentir es que seguro que ha visto algo en redes, sabe que es una persona trans y que, por ello, la pueden agredir”, apunta Hinojosa. 

Es, precisamente, una de las cosas que Violet Ferrer experimentó: “Te sientes muy sola. Te miran por la calle y dices: ‘¿Me habrá reconocido por ser trans y por no estar operada? ¿Me harán algo?’. Al final limitaba mi vida social por temor”. 

Su objetivo con la querella y con hacer público su caso, sea cual sea finalmente la decisión judicial, es “que la gente se lo piense dos veces antes de publicar determinadas cosas”. “La libertad no consiste en que me llames maricón o que niegues mi identidad. La transfobia en redes también tiene un impacto, no solo las agresiones físicas son violencia. No podemos permitir que esto siga pasando”, añade Violet.

Según un estudio publicado en la revista LGBT Health (2021), la salud mental de las personas trans empeora cuando se exponen a mensajes negativos sobre su identidad a través de internet. 

La guía de la Asociación Estadounidense de Psicología (APA) sobre la correcta práctica clínica a la hora de acompañar a personas trans indica este colectivo experimenta “discriminación, que va desde sutil hasta grave, cuando acceden a vivienda, atención médica, empleo, educación, asistencia pública y otros servicios sociales”. “La discriminación puede incluir asumir que el sexo asignado al nacer está totalmente alineado con su identidad de género, no usar el nombre o pronombre preferido de la persona, hacer preguntas inapropiadas sobre sus cuerpos o suponer que existe psicopatología en una identidad de género específica o una expresión de género”, añade la APA.

Por orientación sexual o identidad de género: el tercer motivo más común de los delitos de odio

Desde 2013, el Ministerio del Interior recoge datos sobre los delitos de odio conocidos cada año. Desde entonces, los delitos por orientación sexual e identidad de género son los más comunes después de aquellos cometidos por racismo y/o xenofobia y aquellos motivados por razones de ideología. Según el último informe, de 2020, ese año hubo 277 delitos de odio conocidos por LGTBIfobia.

Además, habría otros 32 más cometidos a través de internet y redes sociales, incluyendo amenazas, injurias, promoción o incitación pública al odio y la hostilidad, así como trato degradante. Sobre el ámbito digital, Interior recoge datos desde 2015. Según el histórico, 2020 ha sido el año en el que más delitos de odio en internet y contra la comunidad LGTBI se han registrado. 

De acuerdo con una encuesta sobre delitos de odio, realizada en 2021 por el Ministerio del Interior, el tercer ámbito más común en el que se producen los delitos de odio es el de internet y redes sociales (14,9%). Aun así, el informe se hace eco de que todavía hay una situación de infradenuncia al señalar que un 89% de los encuestados que había sido víctima “no presentó denuncia por el delito que sufrió”. Entre las razones para no denunciar, la principal fue pensar “que la Policía no lo tomaría en serio (37,95%)”, destaca el informe de Interior.

Según otra encuesta sobre igualdad LGTBI de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA, 2020), un 58% de los entrevistados experimentó, en algún momento durante los últimos cinco años, “acoso en el trabajo, en la calle, en el transporte público, en una tienda, en internet o en cualquier otro lugar”.

El informe también revela que un 26% de las personas encuestadas oculta ser LGTBI en el trabajo, ámbito en el que hasta un 21% se ha sentido discriminado en el último año. Respecto al ámbito laboral, un 10% se ha sentido discriminado en el proceso de búsqueda de empleo y un 37% ha experimentado la discriminación en otras áreas como vivienda, educación, sanidad o en lugares públicos como bares, restaurantes o tiendas. De este porcentaje, las personas trans son de las más afectadas (55%). 

Como una manera de canalizar la victimización sufrida, Violet Ferrer y otras actrices trans han fundado la compañía teatral Tiriti Trans Trans Trans, con la que están viajando por España con su espectáculo Work in progress: “Con nuestra obra queremos contar nuestras vivencias para visibilizar el dolor pero también lo bello que hay en ser trans”.

HISTÓRICO

Enlaces internacionales