El País.- El Ayuntamiento de la capital catalana anuncia la apertura de dos nuevas oficinas contra la discriminación en Trinitat Vella y en la Zona Franca.
El 40% de los jóvenes inmigrantes de Barcelona ha sido víctimas del racismo, según ha anunciado este lunes el Ayuntamiento de la ciudad, coincidiendo con el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial y con la presentación de la nueva estrategia municipal “Por una Barcelona antiracista”. El racismo, en Barcelona, sigue siendo la primera causa de discriminación, con un 34% de los casos, según datos municipales. El Ayuntamiento identifica un aumento anual de este tipo de situaciones, concretamente, en 2021 se incrementaron las denuncias un 11%, con un total de 244. “El racismo está bien vivo en nuestra ciudad”, ha indicado Marc Serra, regidor de Derechos de Ciudadanía y Participación.
Serra también ha comentado que se trata de un problema “estructural” que se manifiesta “tanto en la cotidianeidad de los vecinos como en la organización de las instituciones de la sociedad”. Y como muestra un botón: solo un 1% de la población nacida fuera de España -que representa el 29% de la población total en Barcelona- son trabajadores municipales. Khalid Ghali, comisionado de Diálogo Intercultural y Pluralismo, ha añadido más datos “preocupantes”, como el hecho que las personas procedentes de América del Sur, Asia o África cobran un 40% menos en comparación con los ciudadanos de procedencia europea, o que los adolescentes con nacionalidad no española tienen la mitad de posibilidades de acceder a Bachillerato.
De todas formas, Serra ha señalado que “todos los indicadores apuntan que sigue habiendo una infra-denuncia que hace que muchas situaciones racistas no lleguen”. Para reducir esta cifra oculta, a la actual Oficina para la No Discriminación en el Barrio Gótico, se sumarán dos centros más en Trinitat Vella, que abrirá sus puertas en los próximos días, y otra en el barrio de la Marina, que se inaugurará en 2023.
La nueva estrategia tiene el objetivo incidir en dos elementos claves en la prevención del racismo: la educación y la vivienda. En relación a las escuelas, el Ayuntamiento quiere ampliar los programas de concienciación actuales, como “Escuelas por la igualdad y la diversidad”, aprobado en 2018, que trabaja conjuntamente con 39 centros de la ciudad. Esta estrategia se encarga de incorporar el análisis de la diversidad de la escuela y la gestión de esta durante dos años. Además de llegar a un mayor número de escuelas, pretenden “revisar el material pedagógico y educativo con una mirada integral, centrándonos en las bibliotecas y los libros de texto”. Los representantes municipales han hecho hincapié en la historia del pueblo gitano, un pueblo que hace 600 años que reside en España y del cual “debería explicarse su historia como parte de la historia de Cataluña”. Por lo que respecta a la vivienda, tras el estudio que reveló que “el 60% de los agentes inmobiliarios aceptan excluir a los inmigrantes de la posibilidad de visitar las casas de alquiler”, se quiere poner en marcha un programa de formación para que el sector “pase de ser agentes discriminadores a ser agentes protectores”.
El Ayuntamiento quiere complementarlo con formación a los “agentes más próximos a las situaciones de discriminación”, como las oficinas de atención ciudadana, los servicios sociales y la Guardia Urbana. En total, el Consistorio tiene previsto destinar 400.000 euros al desarrollo de esta estrategia para evitar la xenofobia.
