elDiario.es.- El análisis del teléfono móvil de Francisco S. M, acusado de atacar la sede de Podemos en Cartagena, arroja el resultado de 833 archivos «de carácter fascista» y contra las minorías, según un informe de la Policía incorporado a la causa judicial. Se trata de «imágenes, simbología, música, ropa y otras que ver con la animadversión u hostilidad contra colectivos minoritarios, así como de oposición ideológica», afirman los investigadores en su atestado.
El atestado confirma, a través del análisis del teléfono móvil, todos los indicios contra Francisco S. M, apodado ‘Niño Hacha’ por el grupúsculo nazi al que pertenece, que ha venido desvelando elDiario.es. Entre ellos los que le sitúan como el autor de un segundo ataque, en esta ocasión a la sede de IU y el PCE en San Andrés de Rabanedo (León), por el que fue detenido otra vez el pasado verano.
Los policías utilizan las fotografías del móvil para comparar la letra de las pintadas en uno y otro ataque y concluir que están realizadas por la misma persona. «Comunistas terroristas», pintó en la sede de IU y «No al terrorismo de Estado» en la de Podemos, entre otros mensajes de odio. En este punto, los investigadores utilizan un enfrentamiento en redes sociales entre ‘Niño Hacha’ y el cantante de un destacado grupo de rock antifascista, Non Servium, por las pintadas que han hecho uno y otro en la misma pared. Francisco S. M pinto «Tus putos muertos guarro» y una esvástica encima de una pintada con las iniciales del grupo.
La investigación policial del ataque a la sede de Podemos en Cartagena ha permitido descubrir los vínculos de sus dos presuntos autores con los grupos que controlan la ultraderecha extraparlamentaria en la Región de Murcia, tal y como reveló elDiario.es. La Brigada Provincial de Información sitúa a Francisco S. M y Javier B. E como miembros de Ultras Murcia 1908, la peña de seguidores radicales del equipo de la capital murciana que actúa como catalizador de la actividad neonazi en la la región.
Asimismo, los investigadores también han encontrado vínculos de los dos imputados con Lo Nuestro, una organización de corte fascista y xenófobo que actúa en la zona de Levante y cuyos miembros han protagonizado diversos incidentes contra las minorías. En 2017, una treintena de miembros de Lo Nuestro irrumpieron en el desfile del Orgullo Gay en Murcia y agredieron con palos a sus participantes.
La jueza del caso atribuye indiciariamente a Francisco S. M ser el autor material de las pintadas y el lanzamiento del artefacto incendiario contra la sede de Podemos el 2 de abril de 2020. La Policía encontró en su teléfono móvil fotografías y conversaciones que acreditan su pertenencia a Ultras Murcia 1908, destacando un chat con otros neonazis de la región controlados por los investigadores.
A Francisco, de 20 años y con antecedentes por tenencia de armas, también se le imputa, en unas diligencias separadas, un delito de atentado a la autoridad cometido presuntamente contra los agentes durante la práctica de su arresto. Este investigado fue detenido el 6 de agosto pasado. Quedó en libertad tras prestar declaración ante la juez y resultó detenido por segunda vez el en noviembre al haber encontrado la Policía indicios de que también participó en los daños ocasionados a la sede de Izquierda Unida en la localidad leonesa de San Andrés del Rabanedo. La jueza dedujo testimonio porque han aparecido también indicios de su participación en los altercados registrados en Murcia y protagonizados por la ultraderecha en oposición al toque de queda.
«Niño Hacha es inofensivo… Hasta que el cable le toca»
Dentro de Ultras Murcia, la Policía atribuye el liderazgo a Miguel S. C, alias ‘Suburbios’, de 37 años. El 5 de agosto pasado, un día antes de que Francisco S. M fuera detenido por primera vez, el chat de los ultras del Murcia comenta la información de que Podemos ha sido multado por las cámaras que enfocaban en la sede hacia la calle y que permitieron grabar el ataque de los neonazis. Participan en la conversación el citado ‘Suburbios’ y Javier B. E, imputado por participar en el sabotaje. El líder de Ultras Murcia afirma: «El S (apellido de Francisco) no está muy contento contigo. Cuidado que te puede pinchar». Javier responde: «Niño Hacha es inofensivo… Hasta que el cable le toca donde no y se le va».
La primera declaración de Francisco S.M es un repaso de las evidencias encontradas en los registros y en su teléfono. Lo hace la jueza de guardia en sus preguntas ante una forzada ingenuidad u olvido del acusado. ‘Niño Hacha’ dice que no le suena qué significa el número 88 o las siglas AHTR. Admite que en redes sociales ha hecho «algún comentario o alguna risa» sobre Podemos, «pero tampoco excesivo». La madrugada del 2 de abril de 2020, antes de intentar prender fuego a la sede del partido en Cartagena, Francisco S. M pintó con espray: «Hijos de puta», «Escoria corrupta» y «No al terrorismo de Estado». Dos meses después hizo algo similar en el local de IU y el PCE en San Andrés del Rabanedo (León), según la investigación.
Unidas Podemos se ha opuesto a la decisión de la jueza del caso de inhibirse en favor de un juzgado de León y ha solicitado que la causa sea investigada como terrorismo en la Audiencia Nacional. La magistrada se ha opuesto, siguiendo el criterio de la Fiscalía, y la representación legal de Unidas Podemos ha recurrido la decisión porque «los delitos en cuestión no solo se basan en una cuestión de odio hacia una ideología democrática por parte de miembros de extrema derecha, toda vez que se ataca las sedes de dos partidos pertenecientes a miembros del gobierno de España, sino que los ataques tienen una clara intención, como demuestran las conversaciones encontradas en el teléfono móvil del investigado, de desestabilizar el funcionamiento de las instituciones políticas del estado y de alterar gravemente la paz pública»