El Mundo.- ¨Ladrones, asesinos, violadores». Todos esos insultos estaban dirigidos a los menores no acompañados en Francia y ahora la justicia castiga a quién los dijo. Eric Zemmour, candidato de extrema derecha a las presidenciales, ha sido condenado a pagar una multa de 10.000 euros por incitación al odio por el Tribunal Correccional de París.
No es la primera condena contra Zemmour, viejo conocido de los tribunales por sus polémicas declaraciones, pero sí es la primera a la que se enfrenta como candidato al Elíseo. «Esta sanción confirma que el racismo es un delito y que esas declaraciones no son aceptables, las diga quien las diga, también si lo hace un candidato», afirma por teléfono Malik Salemkour, presidente de la Liga de los Derechos del Hombre, una de las asociaciones contra el racismo que se habían constituido como parte civil en la acusación.
Tras conocer la sentencia Zemmour, que hace menos de dos meses abandonó su silla en las tertulias televisivas por el ‘trampolín’ político, la ha tachado de «ideológica y estúpida» y se ha reafirmado en su opinión sobre los menores migrantes: «Ni están solos ni son menores», ha asegurado, y además tienen una «gran predisposición a la delincuencia y el crimen». El candidato ultra ha articulado su programa a partir del rechazo a los migrantes; su principal promesa electoral es salvar a Francia de la decadencia a la que se enfrenta por la «invasión» de los extranjeros.
CONDENA A LA ‘FOX’ FRANCESA
Las declaraciones sobre los menores migrantes por las que ha sido condenado las pronunció en el canal conservador CNews -conocida como la ‘Fox francesa’ por servir de altavoz a la extrema derecha- cuyo director, Jean-Christophe Thiery, también deberá pagar una multa de 3.000 euros por haber permitido el discurso de incitación al odio en esta televisión.
Los hechos se remontan al 29 de septiembre de 2020, días después de que un paquistaní atacara con un cuchillo a dos personas frente a los antiguos locales de la revista Charlie Hebdo. En un programa en el que se hablaba de este atentado, Zemmour afirmó: «Aquí no tienen nada que hacer, son ladrones, son asesinos, son violadores, eso es todo lo que son, tienen que ser deportados y ni siquiera deben venir». «Es una invasión permanente«, «es un problema de política migratoria», gritó, sin que nadie en ese plató le llevara la contraria.
El abogado de Zemmour, Olivier Pardo, ha anunciado que su cliente – que tanto hoy como en la audiencia del pasado 17 de noviembre, no ha asistido al tribunal –recurrirá la decisión de los jueces. De hecho, Pardo ya aseguró entonces que no hay «un gramo de racismo en Eric Zemmour» y que su cliente se limitó a describir «la realidad», a veces, concedió, de «manera brutal».
En los alegatos de la demanda, una treintena de asociaciones en defensa de los Derechos Humanos habían insistido en la responsabilidad del canal de noticias CNews, al que denunciaban de «hacer negocio» con el discurso del odio. «La justicia francesa acaba de decir que el racismo no es una opinión como las demás. Que esto sobrepasa todos los límites», apunta Salemkour, antes de precisar que, en el futuro, «pediremos que las condenas financieras sean más proporcionadas con los medios de los que dispone la persona señalada».
Zemmour ha acumulado hasta una quincena de demandas en los últimos 10 años por sus polémicas declaraciones, aunque en la mayoría de los casos ha sido absuelto. Ello no ha impedido que el ya candidato presidencial ataque también a los jueces, de los que ha llegado a afirmar -en el mismo canal antes citado -que «no tienen ninguna legitimidad democrática».
