20 Minutos.- La organización Human Rights Watch (HRW) urgió este martes a Bangladesh a que detenga el traslado forzoso de decenas de miles de refugiados rohinyás a una isla remota tras alcanzar un acuerdo con la ONU sobre el proyecto, aunque las autoridades del país asiático afirman que se trata de voluntarios.
«Las autoridades bangladesíes deberían detener los traslados a la isla de Bhasan Char hasta que la libertad de movimiento y otros derechos de los refugiados rohinyás sean protegidos», dijo HRW en un comunicado.
Traslado inminente
La organización denunció que cientos de familias de estos refugiados birmanos, que huyeron a Bangladesh de una campaña de persecución en su país de origen en 2017, han sido identificadas en los campamentos en tierra firme para ser «inminentemente» trasladadas a la isla.
El controvertido plan del Gobierno bangladesí de reubicar a unos 100.000 rohinyás en Bhasan Char, que ha sido objeto de críticas repetidas de grupos defensores de los derechos humanos, fue anunciado en 2017.
Hasta ahora las autoridades han realojado a unos 20.000 miembros de esta perseguida minoría en la isla, de unos 40 kilómetros cuadrados y situada en la bahía de Bengala.
La ONU acordó a principios de octubre prestar apoyo a los rohinyás trasladados a la isla remota. «El acuerdo de Bangladesh con la ONU no le da carta blanca para trasladar forzosamente a los refugiados rohinyás a Bhasan Char», dijo el director de derechos de los refugiados y migrantes de HRW, Bill Frelick.
«Al contrario, los gobiernos donantes examinarán ahora Bhasan Char para asegurar que su ayuda no contribuye a abusos«, añadió.
HRW entrevistó a casi una veintena de refugiados, líderes comunitarios y trabajadores humanitarios en los campamentos de Cox’s Bazar, en el sureste del país y donde están concentrados la gran mayoría de los rohinyás.
Según los testimonios, los oficiales de los campamentos de refugiados y miembros de las fuerzas de seguridad están coaccionando a los rohinyás para que se trasladen a la isla remota.
Bangladesh afirma que son voluntarios
Las autoridades bangladesíes han negado las repetidas denuncias de traslados forzosos. «El realojo es una decisión voluntaria, no estamos forzando a nadie. La ONU está siempre presente en el campamento, y pueden observarlo con facilidad», dijo a Efe el comisionado de Ayuda y Repatriación de Refugiados de Bangladesh, Shah Rezwan Hayat.
La fuente oficial explicó que las autoridades comenzarán pronto a trasladar a 80.000 rohinyás a la isla.
«Estamos haciendo nuestro trabajo preliminar y finalizando los preparativos. Esperamos poder empezar el realojo a finales de este mes y continuar el proceso de forma gradual hasta abril«, señaló Hayat.
El secretario general de la Media Luna Roja en Bangladesh, Feroz Salah Uddin, apuntó hoy en otro comunicado que se está haciendo «todo lo posible» para mejorar las condiciones de vida en la isla, además de preparar a los rohinyás reubicados allí a estar preparados ante la llegada de ciclones, que son comunes en la región.
«Los equipos de voluntarios han sido capacitados en simulacros de acción de alerta temprana, primeros auxilios, búsqueda y rescate y la utilización de refugios contra ciclones», afirmó.
Unos 738.000 rohinyás llegaron a Bangladesh tras el estallido en agosto de 2017 de una campaña de persecución y violencia por parte del Ejército de la vecina Myanmar, que la ONU calificó de ejemplo de limpieza étnica y un posible genocidio, crímenes de lesa humanidad que investigan los tribunales internacionales.