SWI.- Dos ancianos están siendo juzgados actualmente en Alemania por complicidad en asesinato en relación con los trabajos que desempeñaron en sendos campos de concentración nazis, procesos que 76 años tras el fin de la II Guerra Mundial aún son posibles porque este tipo de delito no prescribe.
«El asesinato en Alemania no prescribe, esa es la premisa», explica en entrevista a Efe el fiscal jefe Thomas Will, responsable de la Oficina Central de las Administraciones Judiciales para el Esclarecimiento de los Crímenes del Nacionalsocialismo.
Por lo tanto, agrega, «si un homicidio fue, por ejemplo, atroz o insidioso, entonces este hecho debe ser perseguido según el derecho penal alemán», agrega.
El código penal se pronuncia sobre el objeto de un proceso penal y de una multa, señala, y precisa que «no obstante, no se trata tanto de la función de satisfacción en lo que respecta a las víctimas o a sus descendientes».
«Pero naturalmente estos procesos tiene un impacto más allá, eso está claro», reconoce.
La Audiencia Provincial de Itzehoe juzga desde el pasado día 19 a Irmgard Furchner, de 96 años, por complicidad en el asesinato de 11.380 prisioneros en el campo de concentración de Stutthof, en territorio polaco, donde se desempeñó como taquígrafa y mecanógrafa de la comandancia entre 1943 y 1945.
Un centenario exguardia de las SS debe comparecer desde el pasado 7 de octubre ante un tribunal en la ciudad de Brandeburg an der Havel por complicidad en el asesinato de 3.518 prisioneros del campo de concentración nazi de Sachsenhausen, cerca de Berlín.
Ni la una ni el otro están acusados de haber participado directamente en ejecuciones, pero sí de complicidad en asesinato por haber desempeñado una labor en un campo donde se practicaba el asesinato sistemático de prisioneros.
En los años 60, el Tribunal Supremo alemán determinó en relación con Auschwitz que el simple hecho de que una persona hubiera desempeñado alguna función en un campo de concentración o de exterminio no era suficiente para acusarla de complicidad, aunque sí que hubo alguna sentencia condenatoria en esta dirección.