El País.– El ministerio del Interior emite una ordenanza previa al partido entre el equipo romano y el Marsella en la que recuerda los comportamientos violentos y de exaltación fascista de parte de la afición.
Los últimos episodios de la curva violenta y ultraderechista de la Lazio, donde se corean recurrentemente cánticos fascistas, no han pasado desapercibidos en Francia. Tampoco el recuerdo de la última vez que el equipo romano jugó en Marsella, cuando hubo cuatro personas acuchilladas en una pelea entre 200 ultras de ambas aficiones. El ministro del Interior, Gérald Darmanin, ha emitido una insólita ordenanza con motivo del partido de Europa League entre ambos equipos en la que prohíbe a todos los seguidores de la Lazio que se presenten como tal entrar en Francia. Una medida que ha levantado una enorme polvareda en Italia, especialmente entre lo partidos de ultraderecha como Hermanos de Italia, que han pedido que intervengan las máximas autoridades italianas al considerarlo una violación de los derechos de los ciudadanos italianos.
Francia recuerda en el documento los repetidos actos de violencia en los estadios donde juega la Lazio y en las ciudades donde se desplaza. También los cánticos y coros de orientación fascista y nazi que acostumbran a escucharse. Lo sorprendente de la ordenanza emitida por Darmanin es que no solo prohíbe a los tifosi de la Lazio el acceso al estadio Velodrome de Marsella y la circulación o estacionamiento en los alrededores centrales de la ciudad, como ya se había dicho en los días precedentes, sino incluso “el ingreso en Francia desde los puestos fronterizos por carretera, ferrocarril, puertos y aeropuertos a los aficionados que se identifiquen como tal” desde el miércoles 3 al jueves 4 de noviembre.
Para el partido con la Lazio ha sido también clausurado el sector del estadio para la afición invitada en el Velodrome. Es decir, ni eludiendo los controles los aficionados romanos tendrían espacio físico para acomodarse en el estadio. De hecho, para el encuentro de ida en el Olímpico de Roma (terminó 0-0) ya fue prohíbo el desplazamiento de los hinchas del Marsella debido a las reyertas entres las dos aficiones en ocasión del último partido, el 25 de octubre de 2018. Además, el Marsella ha protagonizado graves incidentes en su estadio, como el sucedido el pasado 30 de septiembre en un partido contra el Galatassaray, donde hubo 32 heridos (casi todos policías) y cinco arrestos.
Los primeros en emitir una protesta en Italia han sido los miembros del partido ultraderechista Hermanos de Italia, socios de Vox en Europa. “Es inaceptable la formulación de la ordenanza del Ministerio del Interior francés, que prohíbe a los hinchas de la Lazio el ingreso en Francia. Un trato reservado a los terroristas, que desentona con un partido de fútbol y lesiona la imagen de la capital de Italia y de sus ciudadanos”, señala el jefe de la delegación en la cámara de diputado de Hermanos de Italia, Francesco Lollobrigida. El partido, que lidera Giorgia Meloni, que lidera ahora mismo la mayoría de encuestas en Italia, pide además al alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, que intervenga para “condenar la decisión y defender el honor de la ciudad y de los romanos”.
La lazio ha sufrido a lo largo de los años numerosos incidentes con los ultras que siguen al equipo semanalmente. También con algunos jugadores como Paolo di Canio o empleados del club, como el adiestrador del águila que sobrevuela antes de cada partido en el Olímpico. Hace dos semanas, el español Juan Bernabé fue despedido cuando fue cazado en redes sociales haciendo el saludo fascista a los hinchas que coreaban “Duce, Duce” tras el partido con el Inter de Milan.