El Mundo.- Una violenta banda de menores de origen magrebí está causando estragos en los botellones y reuniones de jóvenes en los últimos días en Madrid. Van armados con cuchillos y hasta con machetes para afanar móviles y carteras en las concentraciones juveniles impregnadas de alcohol. Son desafiantes, provocadores y altivos. Se les detiene y vuelven a delinquir sabiendo que sus leves fechorías no van a acarrear ningún castigo penal. Su arrogancia les ha llevado incluso a burlarse en algún caso de los agentes: «Ja, ja, esta tarde mismo estoy en casa», han llegado a decir a la cara a los agentes.
Han sido identificados en varias ocasiones, siete fueron detenidos en las fiestas de Villaviciosa y este fin de semana han vuelto a actuar en un macrobotellón del parque del Oeste. Si las víctimas se resisten, atacan con crueldad y ya han dejado un reguero de sangre con seis apuñalados en estas concentraciones. Hasta la propia vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, puso ayer en aviso a los jóvenes que acuden a estas reuniones para beber alcohol por culpa de esta banda del botellón. «Detectamos que hay bandas organizadas que roban móviles, que provocan peleas… Esto tienen que saberlo los jóvenes, que si el coronavirus no es suficientemente disuasorio que sepan que en estos botellones se están produciendo estos altercados de bandas organizadas», expresó la número dos del Ayuntamiento de Madrid.
Esta banda del botellón está compuesta por unos 20 menores, algunos que residen en distritos del sur de la capital de España y en otros municipios como Leganés o Las Rozas, según las fuentes de la investigación.