ANTONIO MAESTRE. LA MAREA.- Una madre que avanza con sus cuatro hijos en la “V Marcha por la vida” le explica a los niños, todos menores de cinco años, la razón por la que están paseando por Madrid agarrando unos globos rojos en forma de corazón. “Porque quieren matar a niños, y están muy indefensos. Si no les defendemos nosotros, no les defenderá nadie”. Sus hijos le miran y asienten mientras siguen jugando con los globos de “derecho a vivir”. Familiar y concurrida, la manifestación por la derogación de la actual Ley del aborto que se ha celebrado hoy en Madrid ha transcurrido sin incidentes desde Gran Vía hasta la Glorieta de Ruiz Jiménez, para pasar ante la sede del Ministerio de Justicia, que se ha llenado de mensajes contra el aborto y Mariano Rajoy. La marcha convocada por Derecho a Vivir y Hazte Oír se ha convertido en un grito unánime contra la interrupción voluntaria del embarazo y contra el presidente del Gobierno.
En un momento de la manifestación la organización ha emitido un fragmento de un discurso de Mariano Rajoy en el que hablaba del cumplimiento del programa como un mandato ideológico. Ha sido el momento más intenso de la marcha. Los insultos y los abucheos contra el presidente han empezado a aflorar por la retirada de la reforma del aborto.
Pero no sólo se han oído gritos contra Rajoy. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ha sida la más criticada en la marcha por la speaker de la organización del evento, que la acusaba de haber sido callada por la izquierda y de ceder a las presiones de los grupos abortistas.
Uno de los protagonistas indirectos de la marcha, que sale reforzado entre el electorado de derechas más radical, es Santiago Abascal (VOX), quien era parado por todos los asistentes de la manifestación para ser felicitado. También le llovieron peticiones para que sea el nuevo paladín de la derogación del aborto en el panorama político español.
Neonazis en la manifestación
Entre los asistentes a la manifestación estaba un grupo de jóvenes neonazis de la organización TNT. Es habitual que el grupo acuda a este tipo de movilizaciones ocultando su simbología para intentar ganar adeptos entre ciudadanos de ideas similares. Los participantes de esta formación portaban una pancarta contra el aborto y proferían gritos de “Familia, nación y revolución”. Las banderas de España sin ningún tipo de simbología y las vendas sobre los tatuajes que ocultan su extrema ideología no impidió que algunos acudieran con camisetas pronazis de la batalla de Krasny Bor, librada durante la II Guerra Mundial en el frente ruso, y donde la División Azul sufrió muchas bajas.
La presencia del grupo causó cierto revuelo e incomodidad entre los asistentes por sus cánticos y proclamas de extrema radicalidad. Al preguntar al mando de la UIP de la Policía Nacional presente en la manifestación si se tenía constancia previa de la asistencia a la marcha de estos grupos neonazis, el agente respondió: “Los que crean problemas son los rojos, los comunistas, ¿no crees?”.
