El Periódico.- La Comisión de Derechos Humanos de Etiopía ha denunciado este jueves la muerte de al menos 210 personas en ataques perpetrados por motivos étnicos en la región de Oromía, en el centro-suroeste de Etiopía. Este balance incluye a 150 personas fallecidas en un ataque perpetrado el pasado 17 de agosto por presuntos miembros del Ejército de Liberación Oromo (OLA, por sus siglas en inglés) en el oeste del país. Otras 60 personas habrían muerto el 19 de agosto en ataques de represalia, según el organismo, dependiente del Gobierno etíope, que no especifica quiénes perpetraron estos ataques de represalia.
«El ataque se produjo al día siguiente de la reubicación de las fuerzas de seguridad en otras zonas», ha indicado la organización, que explica que debido a la violencia huyeron civiles de la región por miedo a nuevos ataques.
Fuentes locales apuntan a que el primer ataque fue contra la etnia amhara, objeto de agresiones similares en otras ocasiones.
El OLA está considerado como una organización terrorista por el Gobierno de Etiopía y se cree que tiene presencia en la región donde se produjeron los incidentes violentos.
Un portavoz del OLA, Odaa Tarbii, ha publicado este jueves en Twitter que estas informaciones son «una grosera distorsión de los hechos» y ha asegurado que la operación tenía como objetivo «eliminar a milicias violentas» y no masacrar inocentes.
A principios de mes, la organización oroma anunció un acuerdo con los rebeldes del Frente de Liberación Popular de Tigré, que luchan contra el ejército federal desde hace nueve meses en esta región septentrional.
