ABC.- El pasado 27 de junio, el mercadillo del Rastro fue sitiado por los Tedax (Técnico Especialista en Desactivación de Artefactos Explosivos) de la Policía Nacional. La zona quedó acordonada y, en su centro, estaba la tienda que desató la alarma, un tenderete callejero de un coleccionista de objetos militares. La Policía Municipal le requisó un total de 60 armas y artefactos explosivos prohibidos, alguno de ellos con carga.
La intervención se inició cuando agentes de paisano que vigilaban el tradicional mercadillo advirtieron el puesto con puñales y bayonetas, entre otras armas cuya venta y comercialización solo está permitida a través de permisos especiales y regulación. El propietario no los tenía y los policías procedieron a la inspección completa del tenderete y el local. Allí descansaban también un obús, dos proyectiles de mortero y una granada de mano, un tipo de munición que suele contener explosivo en su interior. El titular del establecimiento reconoció que desconocía si estaban cargados o no.
Los Tedax de la Policía Nacional fueron avisados entonces, quienes acordonaron la zona y certificaron que el mortero y el obús ya no tenían explosivo. La granada sí, por lo que se la llevaron para una detonación controlada. Tras la inspección completa y descubrir las 60 armas prohibidas, los agentes municipales realizaron diligencias e imputaron al dueño de la tienda un delito de tenencia de armas prohibidas y otro de depósito y tenencia de sustancias o aparatos explosivos o sus componentes. El dueño, por su parte, se mostró insolente y alegó que conocía a guardias civiles.
