La Opinión de Murcia.- La víctima, con una minusvalía psíquica del 65% y ya incapacitada, tenía 25 años y el agresor 53 en el momento de los ataques, por los que, aunque ha sido condenado, no entrará en prisión
Cuando tuvieron lugar los ataques, el hombre tenía 53 años de edad y la víctima 25 y una minusvalía psíquica del 65%: al poco, fue incapacitada. El sujeto ahora tiene 67 años: ha pasado más de una década desde que ser produjeron los ataques que él mismo reconoció, en sede judicial, y por los que ha sido condenado, aunque no pisará la cárcel.
La Sección Quinta de la Audiencia Provincial, con sede en Cartagena, ha condenado a este individuo a un año y nueve meses de prisión por un delito continuado de abusos sexuales. Se le aplica la atenuante de dilaciones indebidas (al haberse alargado mucho el procedimiento judicial) y la de reparación del daño (significa que ha entregado ya a su víctima parte de la indemnización por daños morales). En concreto, el tribunal lo condena a darle 16.000 euros, de los que solo tiene pendientes 7.000. Asimismo, la Audiencia acuerda la suspensión de la ejecución de la pena de cárcel impuesta con la condición de que el hombre, nacido y residente en Cartagena, no delinca en los próximos tres años.
Detalla el relato de hechos probados que el vecino, durante «innumerables ocasiones», requería la presencia de la mujer en su casa, a donde la atraía «con regalos de escasa entidad» y «una vez allí, la penetraba vaginalmente».
Antes, ya había habido tocamientos, se detalla en la sentencia. La primera vez que abusó de la joven, «la desnudó, la echó encima de la cama y le hizo todo tipo de tocamientos». Tiempo después, «tras citar a la perjudicada en su domicilio mediante en gaño, volvió a desnudarla íntegramente, la invitó a compartir baño con él y la sometió a tocamientos, hasta llegar a introducirle los dedos en la vagina».
El caso fue asumido primero por el Juzgado de Instrucción Nº 1 de Cartagena. Más de diez años después de aquellos ataques, no hubo en la Audiencia juicio como tal, al llegar antes las partes a una conformidad, en virtud de la cual el acusado admitió ser el autor de los ataques sexuales contra esta persona.
Sin acusación particular
Además de la pena de prisión y la indemnización, la sentencia de la Audiencia prohíbe al sujeto acercarse a menos de 500 metros de su víctima, del domicilio de esta y de ningún lugar frecuentado por ella.
Se da la circunstancia de que el condenado tenía antecedentes penales, cancelables, y ha estado en libertad provisional por esta causa hasta que ya se ha resuelto. En este procedimiento judicial por las agresiones sexuales, no hubo acusación particular: nadie reclamó en nombre de la víctima y únicamente lo hizo la Fiscalía. De ahí que fuese más sencillo el acuerdo entre las partes previo a celebrar la vista en los juzgados de la ciudad portuaria.
La víctima fue judicialmente incapacitada por un Juzgado de Cartagena, por lo que habría tenido que ser decisión de sus tutores legales personarse en el proceso.
