La Voz de Galicia.- Los hechos violentos ocurrieron en la plaza Artós de Barcelona el 17 de octubre del 2019, tres días después de la condena a la cúpula del «procés»
El fiscal de delitos de odio pide cinco años de cárcel a cuatro ultraderechistas que tras la condena a la cúpula del procés se concentraron en la plaza Artós de Barcelona para corear proclamas nazis y se lanzaron a buscar y a atacar a independentistas, agrediendo «despiadadamente» a uno de ellos.
En su escrito, el fiscal atribuye a los cuatro acusados, M.R.C.; X.V.A; X.C.C. y JD.M.V un delito de lesiones con la agravante de abuso de superioridad y de actuar por motivo de discriminación ideológica, por lo que también solicita que se les prohíba manifestarse en la capital catalana en los cinco años posteriores a la condena de prisión que se les imponga.
Además, también solicita que los cuatro acusados, dos de los cuales permanecen en prisión preventiva, indemnicen a la víctima con 2.800 euros por las lesiones sufridas -politraumatismos-, con otros 8.000 euros por el estrés postraumático y con otros 6.000 euros por los daños morales.
Los hechos ocurrieron el 17 de octubre del 2019, tres días después de la condena a la cúpula del procés, cuando miles de independentistas salían diariamente a la calle para protestar por la sentencia del Tribunal Supremo, en manifestaciones que derivaron en serios disturbios en la capital catalana.
En este contexto, según el responsable de delitos de odio de la Fiscalía de Barcelona, Miguel Ángel Aguilar, unas 250 personas se concentraron en la plaza Artós de Barcelona el 17 de octubre, a raíz de una convocatoria de grupos de ideología ultraderechista, en un acto en que algunos de los asistentes alzaron el brazo simulando el saludo nazi, entonaron el himno de la Falange -el Cara al Sol- y blandieron banderas franquistas, informa Efe.
Cerca de la plaza Artós se reunieron de forma espontánea unas 400 personas de grupos autodenominados «antifascistas», ante lo que los Mossos d’Esquadra desplegaron un fuerte dispositivo para evitar que ambos grupos antagónicos entraran en contacto, si bien los respectivos asistentes se abuchearon mutuamente, profiriendo insultos y amenazas.
De hecho, según el fiscal, desde el grupo ultraderechista se encendieron bengalas y se intentó romper el cordón policial, momento en que el acusado M.R.C. atizó a un agente de los Mossos d’Esquadra con el palo de una bandera, hechos que se han seguido en otro procedimiento judicial.
Hacia las 20.40 horas, el grupo ultraderechista abandonó la plaza Artós y desfiló hacia el centro de Barcelona, al tener conocimiento de que se estaban efectuando otras convocatorias con mucha afluencia de independentistas, con el objetivo de agredirles, por lo que durante el trayecto cogieron utensilios contundentes, como postes metálicos y de madera, lo que provocó que varias personas salieran corriendo al verles, por miedo a ser atacadas.
En su escrito, el fiscal resalta que varios grupúsculos ultraderechistas, algunos con el rostro tapado y con objetos contundentes, como palos y barras de hierro, salieron de la manifestación de Artós «con intención clara de buscar a personas independentistas para agredirlas».
La actitud de los manifestantes ultraderechistas fue «subiendo de tono», con una actitud «beligerante» y protagonizando enfrentamientos con los Mossos d’Esquadra, que se vieron «sobrepasados», según el ministerio público, que detalla que la policía pudo dispersar a los ultras, aunque ello provocó que algunos grupúsculos fueran por la capital catalana «sin ningún tipo de control policial».