Marca.- La creciente ola de amenazas de muerte e insultos racistas en las redes sociales que están recibiendo jugadores, técnicos y árbitros de la Premier League no se puede consentir. Tiene que parar. Son muchos los que utilizan el ‘anonimato’ de Twitter, Facebook e Instagram para descargar su ira contra ellos por un resultado adverso o por cualquier otro motivo.
Uno de los últimos fue Martial que pidió ayuda al Manchester United para reforzar la seguridad de su casa por miedo a recibir algún ataque.
Eso mismo es lo que le han enviado a James McClean, centrocampista del Stoke City, que compartió públicamente una amenaza de muerte que recibió en un mensaje directo en Instagram: «No me hagas prender fuego a tu casa y quemar a todos los que están dentro». El jugador de Stoke ha pedido a los medios y al público que les ayuden y apoyen para terminar con esta situación.
Los jugadores instan a los gigantes de las redes sociales a que controlen los contenidos que publican los usuarios. De hecho, según desvela Daily Mail, Signify, empresa de inteligencia artificial de Londres, estudió 800.000 publicaciones en los últimos 30 días e identificó unos 3.500 mensajes de amenazas e insultos a Héctor Bellerin, Antonio Rudiger, Granit Xhaka y Harry Kane. Según la conclusión del estudio, el 90% de las cuentas que enviaron estos textos aún están activas.
«Quiero que Xhaka cuelgue de un árbol esta noche», le escribió al jugador del Arsenal un usuario de Twitter. A Rudiger le acosaron con más de 1.800 mensajes que contenían emojis de serpientes, 200 con ratas y otro muchos con insultos racistas, de acuerdo con la información del Daily Mail. A Bellerin le criticaron por apoyar una campaña en favor del colectivo LGBT. Mientras, Kane recibió mensajes antisemitas y centrados en la discapacidad.
Axel Tuanzebe y Marcus Rashford son otros de los muchos que han recibido este tipo de insultos. El primero, tras la derrota del Manchester United ante el Sheffield United y el segundo después del empate a cero contra el Arsenal. Situación que provocó que el propio club enviara en su momento un comunicado de condena: «Todos en el Manchester United estamos muy molestos por los mensajes racistas que han recibido los jugadores en redes sociales tras el partido de anoche. Condenamos completamente esto, y nos alegra ver que otros hinchas también lo hayan hecho. El Manchester United tiene tolerancia cero ante cualquier forma de racismo o discriminación y está fuertemente comprometido a luchar contra esto a través de la iniciativa All Red All Equal», comenzaba el comunicado.
El árbitro que se negó a arbitrar
Los colegiados también sufren este tipo de insultos. Hace unas semanas, Mike Dean expulsó a Tomas Soucek, una acción que generó mucha polémica, y recibió amenazas de muerte a través de la redes sociales, lo que provocó que decidiera no dirigir ningún encuentro de la próxima jornada de la Premier.