Diario 16.- El profesor, que había tratado el terrorismo en numerosos artículos de prensa vaticinando que el Estado ganaría el desafío de la violencia etarra, estaba al teléfono sentado en su despacho cuando recibió los tres disparos
Hoy se cumplen 25 años del asesinato del catedrático y humanista Tomás y Valiente, que motivó el nacimiento de uno de los movimientos más pacíficos y fuertes en la lucha contra ETA: Manos Blancas.
El asesinato del profesor valenciano Tomás y Valiente en 1996, quien había estado muy vinculado en su cátedra en la Universidad de Salamanca, desató una ola de indignación ciudadana. La herida se sumó a la de Broseta y se avivó con el crimen de Lluch.
Manos Blancas
En silencio, con sus manos alzadas adelante y con las palmas pintadas de blanco. Así se manifestaron miles de jóvenes que, por primera vez en la historia de la democracia española, se echaron en masa a las calles para mostrar su rechazo a la violencia de ETA. Una rebelión cívica -germen de las movilizaciones posteriores que se produjeron cuanto la banda terrorista secuestró y mató a Miguel Ángel Blanco- que se desencadenó tras el asesinato de Francisco Tomás y Valiente, catedrático de Historia del Derecho en la Universidad Autónoma de Madrid.
El atentado terrorista
Pasaban las 10,45 de la mañana del 14 de febrero de 1996 cuando el profesor, que había tratado el terrorismo en numerosos artículos de prensa vaticinando que el Estado ganaría el desafío de la violencia etarra, estaba al teléfono sentado en su despacho. A cara descubierta y como si fuera un alumno cualquiera, Jon Bienzobas Arreche, entró en su despacho universitario para disparar tres veces a bocajarro contra el jurista, quien no tuvo capacidad de defenderse, pedir ayuda o salir huyendo.
La imagen de su mujer con las bolsas de la compra, cuando su hijo se acerca para anunciarle su asesinato, conmocionó a la opinión pública española y generó uno de los movimientos más intensos, desde La Paz y el diálogo dentro y fuera del País Vasco.
Tomás y Valiente fue una de las personas más comprometidas en la construcción del Estado social y democrático de derecho definido en la Constitución del 78.
Hace cinco años, la USAL recogió en un libro homenaje la impronta de Tomás y Valiente en el derecho español. «Uno de los constructores del estado constitucional», en la historia del derecho español. Esta nueva obra, que lleva por título ‘Francisco Tomás y Valiente. Memoria y legado de un maestro’, explicó entonces el Rector.
Su hijo
El hijo del profesor, Quico Tomás y Valiente, le dedicó una emotiva carta al cumplirse el 20 aniversario de su asesinato.
Así, su hijo dejaba claro quién era Tomás y Valiente: «La suya era una tolerancia beligerante; irónica con frecuencia, pero firme. Hubiera preferido mil veces su trágico final que un desfile por las portadas de la prensa enfangado en billetes de 500 euros»