El Gobierno admite que, centrado en los yihadistas, olvidó la extrema derecha
ISMAEL ARANA. LA VANGUARDIA.- Más de año y medio después de que un supremacista australiano asesinara a 51 personas e hiriera a otras 40 en dos mezquitas de Christchurch, en Nueva Zelanda, el Gobierno reconoce fallos de seguridad antes el ataque. Aun así, concluye que no había forma de que los planes del terrorista pudieran haber sido detectados,lo que no evitó que su primera ministra, Jacinda Ardern, pidiera ayer perdón a los afectados.
Desde que se perpetró la masacre, la peor en tiempos de paz en la nación oceánica, ésta se cuestionó si podría haberse evitado de alguna forma. Para ello, la Comisión Real de Investigación ha elaborado un exhaustivo informe de casi 800 páginas en el que examina el papel de las agencias de seguridad e inteligencia en el periodo previo a los tiroteos del 15 de marzo del 2019.
En marzo del 2019, un supremacista mató a 51 personas en dos mezquitas de Christchurch
Una de sus conclusiones es que se centraron “casi exclusivamente” en las posibles amenazas del terrorismo islámico, mientras dejaban de lado las de “actores y grupos nacionalistas blancos y de extrema derecha”. Ardern recordó que la comunidad musulmana ya había expresado su preocupación por la “vigilancia desproporcionada” a la que se sometía a sus miembros, lo que confirma que hubo una “concentración inapropiada de recursos”. La premier también reconoció que se habían pasado por alto las visitas y comentarios del atacante, Brenton Tarrant, en algunas páginas de internet de extrema derecha, o que la laxitud de las regulaciones sobre armas de fuego le permitieron dotarse de un gran arsenal. Precisamente ayer se informó de que Tarrant se había disparado accidentalmente meses antes del ataque mientras limpiaba una pistola y que requirió tratamiento en un hospital, pero que la legislación entonces no obligaba a notificar sobre ese tipo de heridas.
El dossier ofrece 44 recomendaciones sobre nuevas estrategias de seguridad e inteligencia, asignación de recursos contra las amenazas o la implementación de medidas de cohesión social. El Gobierno, que tras el ataque ya endureció las leyes para la tenencia de armas y los requisitos para obtener una licencia de armas, las aceptó todas sin reservas.
El Gobierno, que tras el ataque ya endureció las leyes para la tenencia de armas y los requisitos para obtener una licencia
Los líderes musulmanes se reunieron ayer con sentimientos encontrados frente al informe. Algunos se mostraban satisfechos con las recomendaciones emitidas por el informe, aunque reconocían que hará falta tiempo para que cristalicen. Otros criticaron que el texto deja en evidencia la existencia de un “prejuicio institucional” hacia su comunidad o el hecho de que las autoridades pudieron hacer más por evitar el baño de sangre.