DOS MANZANAS.- El Parlamento de Noruega ha aprobado una reforma del código penal para mejorar la protección de la población LGTBI frente a los discursos de odio. La norma amplía el artículo que persigue estos delitos contra gais y lesbianas, en vigor desde 1981, para que cubra también a las personas bisexuales y trans. Las penas oscilan entre las multas previstas para los comentarios hechos en privado y los hasta tres años de cárcel para los expresados en público. El incremento de los delitos de odio en los últimos años ha sido la principal motivación detrás de la reforma. El país nórdico se coloca así a la vanguardia del mundo en la penalización de la incitación al odio LGTBIfobo.
La aprobación del proyecto de ley en segunda lectura se produjo el pasado 10 de noviembre. En primera lectura había salido adelante por unanimidad. El aumento de los casos de violencia contra las personas LGTBI en los últimos años justificó la puesta en marcha de la iniciativa. En la última edición de su informe anual sobre derechos LGTBI, ILGA Europa alertaba de que un 23% de las personas LGTBI había sido víctima de los discursos de odio y un 15% había recibido amenazas. Son unas cifras que doblan y más que triplican, respectivamente, a las de la población general. En 2018, se produjeron 238 delitos de odio en Oslo, la capital del país, con un incremento del 20% con respecto al año anterior. Las personas LGTBI son el segundo colectivo más afectado, solo por detrás de las minorías étnicas.
Una situación que la reforma del código penal ahora aprobada pretende abordar. El nuevo texto introduce la identidad y expresión de género entre las categorías susceptibles de protección frente a los discursos de odio. También modifica la expresión «orientación homosexual» por la de «orientación sexual», para tener en cuenta también los delitos contra personas bisexuales. Las penas previstas varían desde las multas para los comentarios de odio realizados en privado hasta los tres años de cárcel para las expresiones públicas de odio. Cabe destacar que el código penal ya castigaba estos delitos contra las personas homosexuales desde 1981.
La ministra de Justicia, Monica Mæland, ha saludado la medida por la protección que brindará a las personas trans, un colectivo expuesto a la «la discriminación, el acoso y la violencia». Mæland, que es miembro del Partido Conservador (Høyre), calificó la reforma de «imperativa». Noruega se convierte así en uno de los países con una legislación más avanzada en este ámbito. Hace pocas semanas, la Cámara de Diputados italiana aprobaba una proposición de ley que, si finalmente entra en vigor, penalizaría por primera vez los delitos de odio basados en la LGTBIfobia. También este año, en febrero, la ciudadanía suiza aprobaba en referéndum la persecución de los delitos de odio homófobos. En enero, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos emitía una sentencia a favor de una pareja de hombres que denunciaron la pasividad del Estado lituano ante los discursos de odio y amenazas de carácter homófobo y recordaba la obligación de los Estados miembros del Consejo de Europa de proteger a la comunidad LGTBI frente a estos delitos.