EFE. LA VANGUARDIA.- Un miembro de Podem ha pedido este jueves una pena de tres años de cárcel para un hombre acusado de un delito de odio por publicar, en el muro de Facebook de aquel, frases despectivas y agresivas contra él y su ideología, así como de apología del franquismo, de las que el procesado se ha disculpado.
La Audiencia de Valencia ha juzgado este jueves al acusado de un delito contra los derechos fundamentales cometido al publicar en el muro de esa red social de quien ejerce la acusación particular en este caso comentarios injuriosos y hacerlo motivado por el odio, la fobia y el resentimiento hacia las personas de ideología comunista, unos cargos de los que su defensa ha pedido que sea absuelto.javascript:falsePUBLICIDAD
«Rogelios de mierda al paredón, que blando fue don Francisco Franco con vuestros abuelos ARRIBA ESPAÑA cabrones comunistas» fue una de las frases objeto de esta causa, en la que el fiscal pide dos años de cárcel para el acusado.
Los comentarios del reo se produjeron el 27 de abril de 2017, cuando el ofendido comunicó en su muro de Facebook su intención de competir en las primarias de Podem para designar a los miembros de sus listas electorales para Les Corts Valencianes. Ese hecho desató la respuesta del procesado, y luego un debate posterior en esa red social.
El acusado llegó a escribir en el muro de la víctima mensajes del tipo «me cago en ti y en tu comunismo, chavista de mierda, pro asesino, hijo de perra» y «el único problema es eliminar mierda comunista como vosotros me cago en vuestra madre que bueno fue don Francisco Franco con vuestro abuelos joder».
El procesado ha manifestado en el juicio que «todo comenzó como una broma», relacionada, según él, con una serie de televisión, «pero terminó con un tono de mal gusto», y ha añadido: «Me arrepiento. Estoy casado con una chica rusa que sufrió el comunismo, no renuncio a mi rechazo del comunismo, pero también del nazismo o del nacionalismo blanco, no soy de ultraderecha ni de nada. Pero eso es lo que pienso. Me arrepiento de los modales, de las formas».
El ofendido, por su parte, ha señalado que, aunque el intercambio entre ambos, que no se conocen, se limitó a un par de frases, le siguió un debate de unos tres días a lo largo del cual el acusado publicó otros mensajes en respuesta tanto a quienes le criticaban como quienes le apoyaban, siempre en su muro de Facebook, una red que luego eliminó algunos de los mensajes por considerarlos inadecuados.
Ha añadido que los comentarios por los que se sigue la acusación le produjeron inquietud e insomnio durante semanas: «No sabía quién había detrás, si tenía intención de hacer daño realmente».
El abogado de la acusación particular ejercida en su nombre no ha aceptado el arrepentimiento del acusado, a quien ha preguntado por qué no lo ha mostrado en los años que han transcurrido desde que se publicaron sus comentarios, y ha negado que puedan considerarse «una broma», por lo que los ha calificado de «delito de odio de libro» y ha pedido la pena prevista por la ley para estos casos en su mitad superior, es decir, la pena más dura posible para estos delitos.
La defensa del reo ha explicado al tribunal que «no todo exceso verbal tiene que ser considerado delito» y que la Constitución no prohíbe opiniones, por más que se expresen de una manera inadecuada, salvo que exista un peligro real detrás de ellas, tal y como ha interpretado el Tribunal Supremo, algo que en este caso no se produce, entre otras razones porque el propio acusado ha manifestado que se arrepiente y que no tenía intención de humillar.
Las palabras con las que el procesado ha cerrado el juicio, que también ha relatado que suele beber alcohol por las noches y que el día en que publicó las frases lo había hecho, han sido de petición de perdón: «Lo siento, soy idiota».