Mensajes en las redes sociales, que ya han sido eliminados, invitaban a incendiar los centros de culto musulmanes
REUTERS. EL PERIÓDICO.- El ministro del Interior francés, Gerarld Darmanin, ha pedido a las autoridades locales de Burdeos y Béziers que pongan protección policial a las mezquitas de las dos ciudades del suroeste del país ante las amenazas y actos de violencia. «Estas acciones son inaceptables en el territorios de la República», ha escrito en un tuit el ministro.
Radio ‘France Bleu’ informó ayer por la noche en su web que los responsables de la mezquita Ar-Rahma en Béziers habían presentado una denuncia ante la policía a raíz de mensajes de odio colgados en Facebook, incluida una llamada que invitaba a incendiar la mezquita. Las amenazas se producen pocos días después de que un adolescente checheno decapitara a un profesor de historia y geografía, Samuel Paty, por mostrar caricaturas del profeta Mahoma en clase en una escuela secundaria al noroeste de París.
‘France bleu’ mostró un mensaje de Facebook, que ya ha sido eliminado de la red social, instando a que se rinda homenaje al maestro asesinado incendiando la mezquita de Beziers. El primer ministro Jean Castex dijo el martes en el Parlamento que Francia necesitaba una ley que castigue a quienes pongan en peligro la vida de otras personas a través de las redes sociales.
Operación antiterrorista
Las fuerzas se seguridad han llevado cargo «decenas de detenciones» relacionadas con el caso del asesinato del profesor después de poner en marcha un amplio operativo policial antiterrorista el pasado lunes. «Claramente emitieron una fatwa contra el profesor», dijo entonces Darmanin a la radio Europe 1. Según las autoridades se han abierto más de 80 investigaciones por odio tras investigar los mensajes de apología del crimen que se emitieron en redes sociales. La policía francesa ha llevado a cabo varias detenciones en relación al asesinato, según ha explicado el ministro. «Ya ha habido detenciones desde el domingo.
Ayer martes, el Gobierno decretó el cierre de la Gran Mezquita de Pantin en el departamento Seine-Saint-Denis al noreste de París, donde se produjo el crimen, por haber participado en la difusión del vídeo contra el maestro, como parte de una campaña de acoso que se saldó con su vida.