La Policía sigue el rastro de una de las organizaciones más activas, responsable de la histórica oleada de pateras del último mes. El arrestado es un hombre de 22 años que ejerce de patrón de las embarcaciones
EDUARDO COLOM. EL MUNDO.- La Policía y la Guardia Civil tienen ya el rastro de una de las bandas organizadas que se dedican a trasladar inmigrantes desde Argelia a Baleares en pequeñas flotas de embarcaciones que aprovechan los días de encalmada. Cobran entre 600 y 1.000 euros por pasajero y están detrás de la última oleada registrada la semana pasada, cuando en tan sólo cinco días se interceptaron en aguas del archipiélago balear más de 250 migrantes en una quincena de pateras, más de los que llegan a las Islas en todo un año, tomando como referencia los 198 que arribaron en 2018, año de eclosión de este fenómeno en el archipiélago.
Los agentes han detenido a un miembro de estas organizaciones, mafias que se dedican al traslado ilegal de inmigrantes. Según fuentes policiales, se trata de un integrante de uno de los grupos más activos que operan entre el norte de Argelia y las Baleares, principalmente Ibiza y Mallorca, debido a su proximidad con el puerto argelino de Dellys, lugar de salida de la ruta.
El hombre, de 22 años de edad y de origen argelino, ejerce las funciones de patrón en las singladuras y fue sorprendido hace quince días dando instrucciones y capitaneando una de las embarcaciones, en las que suelen viajar hasta 15 inmigrantes por trayecto. El barco tenía una vía de agua cuando fue detectado por Salvamento Marítimo y el hombre, ahora acusado de un delito de favorecimiento a la inmigración ilegal, estaba organizando las tareas de achique de agua. La investigación y su posterior interrogatorio han puesto sobre la pista de una de estas bandas a las autoridades policiales.
Habitualmente, estas personas que capitanean las expediciones (tardan entre 18 y 22 horas en llegar de costa a costa) acaban siendo repatriados como el resto de tripulantes, siendo complejo poder demostrar que pertenecen a una organización. Una vez vuelven a su país, explican fuentes de la Policía, suelen volver a repetir la misma actuación, organizando nuevos viajes, siempre aprovechando las buenas condiciones climáticas.
A pesar de que en los últimos años no ha dejado de crecer el número de inmigrantes irregulares que llegan a las costas baleares desde los puertos del norte de Argelia, el Gobierno español ha negado siempre la existencia de una ruta.Más en El MundoDetenida la mujer y dos familiares políticos de un taxista desaparecido en diciembre en TerorEl Mundo‘El Chule’, el policía local de Albacete que mató a un colombiano por una deuda de 1.900 euros de cocaínaEl Mundo
Sin embargo, con los últimos acontecimientos, las autoridades han tenido que variar el discurso, admitiendo ahora que efectivamente las Islas Baleares se están convirtiendo en una escala en las rutas que emplean las organizaciones ilegales en el tráfico de personas hacia Europa. El territorio insular se ha convertido en una puerta de entrada, un trampolín para centenares de migrantes que huyen de Argelia, especialmente de sus zonas rurales. Según fuentes policiales, la mayoría tienen como objetivo final llegar a terceros países como Francia o Bélgica. En su mayoría son hombres de entre 19 y 45 años, si bien en las últimas oleadas han llegado algunas mujeres, una de ellas fue rescatada con su bebé en brazos hace unos días.
Al llegar a Baleares, estos inmigrantes son atendidos por Cruz Roja y otras entidades humanitarias. Quedan bajo custodia policial durante 72 horas y son sometidos a pruebas PCR. Los positivos, que han sido hasta ahora una minoría, en torno a una veintena, quedan aislados en cuarentena, mientras que el resto suelen ser trasladados a Valencia o Barcelona y quedan allí tutelados por organizaciones humanitarias y ONG’s, pendientes de que se ejecute el expediente de devolución.
