Los padres del aula específica del colegio Cervantes de Dos Hermanas no están llevando a los niños a clase. Dos de las docentes investigadas se han reincorporado a sus puestos este curso
FERNANDO PÉREZ ÁVILA. DIARIO DE SEVILLA.- Un grupo de madres del colegio público Cervantes de Dos Hermanas han expresado su indignación por el regreso este año de algunas de las profesoras que fueron imputadas por presuntas vejaciones a una niña autista que cursaba estudios en el centro. En un escrito enviado por varias madres de alumnos a este periódico, estas mujeres muestran su «más profundo desacuerdo» por la presencia este curso de dos de las profesionales investigadas.
«Los padres de los alumnos a los que estas personas darán clases tenemos miedo, y muchos no estamos llevando a nuestros hijos a clase por este motivo. Son alumnos de unas características especiales que necesitan volver al colegio y empezar sus rutinas», dice el escrito, en referencia al aula específica. «Los demás padres no quieren a estas personas en el colegio hasta que sean juzgadas, y piden unas medidas cautelares al estar ambas profesoras investigadas por un delito de maltrato infantil hacia una alumna».
Los hechos ocurrieron en abril de 2019, cuando una niña autista de siete años fue sometida presuntamente a insultos y vejaciones por parte de varias trabajadoras del centro. Los padres llevaron el caso a los tribunales después de introducir una grabadora en la mochila de su hija. Un juzgado de Dos Hermanas mantiene abierta una investigación sobre el caso. La familia de la niña ejerce la acusación particular de la mano del abogado Javier Jaenes, del bufete Montelirio.
«El proceso judicial de esta familia sigue en marcha, esperando un juicio justo. Aprovechamos para mostrar nuestro apoyo y agradecimiento a la madre (de la niña que sufrió las presuntas vejaciones), que además de luchar por su hija siempre lo hizo por los demás niños de este colegio», apunta la nota.
Los padres del aula específica y otro grupo de padres de colegio aseguran que han mantenido reuniones con el equipo directivo del mismo para buscar soluciones y solicitar el cese temporal de la labor de éstas profesoras. «Sin embargo, la respuesta del colegio ante la situación es que ellos no tienen potestad ni injerencia en el tema, ya que ha sido una decisión de la Delegación de Educación», sostienen.
Por ello, los padres del aula específica han decidido no llevar a sus hijos a clases, «con las repercusiones negativas que esto significa para ellos, como medida de presión y protesta hasta que estas profesionales abandonen el centro, mientras un juez decide el proceso en el que se son parte; ya que tememos por la seguridad y la salud de nuestros niños».
La misiva añade que se están recogiendo firmas y se han enviado escritos a la Delegación de Educación para que «tome cartas en el asunto». Las madres firmantes recuerdan las palabras del consejero del ramo, Javier Imbroda, que aseguró que un caso como éste hacía necesario que se repasara todo el sistema para asegurar que los niños están en las mejores manos.
Los padres recuerdan los audios que se hicieron públicos cuando se dio a conocer el caso. «Se pudieron escuchar cinco horas de vejaciones hacia una menor con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y Trastorno Específico del Lenguaje (TEL), además de una dejación de funciones absoluta, ya que los demás alumnos se pasaban horas delante de un ordenador viendo dibujos animados o canciones». La nota concluye puntualizando que las profesoras «nunca han expresado arrepentimiento por lo ocurrido».