La Junta de Centro comunica a los organizadores que no podrán usar megafonía en el pregón de Chueca por superarse el límite máximo
Propone que se traslade la apertura de las fiestas a la plaza del Rey o a Callao
J. G. TRECEÑO / A. GARCÍA / E. MUCIENTES. EL PAÍS.- Sin equipo de sonido, sin micrófonos y sin altavoces… Así quiere el Ayuntamiento de Madrid que sea el pregón del miércoles de las fiestas del Orgullo Gay en Madrid. El Consistorio informó el pasado jueves a los organizadores de que no pueden utilizar la megafonía. La razón: superaría los decibelios permitidos.
El pasado jueves el concejal de distrito Centro, David Erguido, llamaba a (Aegal), la asociación de empresarios que se encargan de los festejos, para decirles de que no podían utilizar los sistemas de amplificación durante el pregón. «El mismo jueves me llamó el delegado de Medio Ambiente -Diego Sanjuanbenito- para informarme que la Fiscalía de Medio Ambiente había solicitado un informe sobre cómo se podía garantizar que se cumpliesen los límites sonoros del Orgullo», precisó Erguido.
Todos los años, una asociación de vecinos del barrio denuncia oficialmente las continuas vulneraciones de la Ordenza del Ruido del Ayuntamiento de Madrid. Hay que precisar que el barrio de Chueca se encuentra dentro de un área calificada por el Consistorio como Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE).
«Esta definición reduce el límite máximo de 65 decibelios a 55 durante el día. Pero es que, la existencia de una residencia de ancianos en la plaza de Vázquez de Mella y otra en la plaza de Chueca impide excepciones a la regulación municipal».
«Si no existiesen, sí que se podía hacer», señala el concejal. Y es que, el temor del Ayuntamiento de Madrid es que se pase de las denuncias por las superaciones de los límites sonoros a la denuncias a los directores generales y responsables municipales por autorizar las excepcionalidades.
Por ello, el edil asegura que el delegado de Medio Ambiente le pidió que comunicase a los organizadores del Orgullo que no podrían utilizar el sistema de megafonía el día del pregón. «Por eso los llamé para informarles. Le ofrecimos que trasladasen el evento a la próxima plaza del Rey o a la plaza del Callao», señala mientras confirma que hoy mantendrá un encuentro con los organizadores para intentar llegar a un acuerdo.
Desde el Área de Medio Ambiente confirman la llamada del responsable del Gobierno municipal, pero dejan claro que «oficialmente aún no hemos comunicado el informe de las limitaciones, pero este año no vamos a autorizar ninguna excepción», señala un portavoz.
Además, aclara que el delegado se puso en contacto con el concejal el jueves para que los organizadores pudiesen tener un cierto margen de maniobra, para poder acometer los cambios. Asimismo, matiza las palabras del concejal y asegura que de lo que le informó fue de que «la Fiscalía se había interesado por las superaciones de las ediciones anteriores y que por eso se había puesto en contacto con la Comunidad».
Por su parte, desde la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid confirman que recibieron un requerimiento de la Fiscalía de Medio Ambiente pero «no nos pedía que garantizásemos el cumplimiento de los límites sonoros del Orgullo. Llegó hace poco más de dos meses y quería que actuásemos como peritos, para confirmar que se habían superado unos límites sonoros durante el Orgullo. Les respondimos que el Gobierno regional no es el organismo competente», sentencia.
Por su parte, desde Aegal se quejan del doble rasero utilizado por el Ayuntamiento en relación con el asunto del ruido. Dicen que el Consistorio madrileño les avisó el pasado viernes «verbalmente» de que el pregón, que este año correrá a cargo de las eurovisivas Ruth Lorenzo y Conchita Wurst, o bien se tendría que realizar sin equipos de sonido, es decir, a viva voz, o bien que se tendrían que trasladar de la plaza de Chueca.
Esta última alternativa les supondría un sobrecoste al tener que mover escenarios, equipos, etc. La ordenanza municipal sobre Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica establece tres horarios: el diurno (de 7.00 a 19.00 horas; vespertino (entre las 19.00 y las 23.00 horas) y el nocturno (de las 23.00 a las 7.00 horas). Este último se amplía hasta las 8.00 horas los días festivos.
Está previsto que el pregón de este año de comienzo a las 20.00 horas y tras él se han programado unas actuaciones musicales.
Las calles del centro de Madrid y de las zonas residenciales no pueden superar los 65 decibelios de día y los 55 de noche. Al tratarse de una ZPAE, los límites se reducen en 10 decibelios. Según la ordenanza, la música en la calle está permitida a excepción de aquella que se realice con elementos de percusión, equipos de amplificación o de reproducción sonora, siempre y cuando no perturbe al resto de vecinos de la zona.
La utilización de elementos de percusión, amplificación o de reproducción sonora podrán autorizarse en zonas «especialmente delimitadas».
Las fiestas del Orgullo Gay de la capital llevan celebrándose desde hace décadas y ha sido en los últimos años cuando más enfrentamientos se han vivido con el Ayuntamiento de la capital. El año pasado, por ejemplo, el Consistorio multó a los organizadores con 159.809 euros por superar los decibelios permitidos en la calle.
El Orgullo Gay se ha convertido, por méritos propios, en una de las citas obligadas, con nombre propio de la capital. Los empresarios madrileños calculan que durante la semana en la que se desarrollan los festejos y actos los visitantes se pueden dejar hasta 100 millones de euros en la ciudad.
La jornada importante es la de la manifestación en la que cientos de miles de personas participan en un acto festivo y se concentran en el corazón de la ciudad. Como ocurriera la pasada edición, este año tampoco pasará, por motivos de seguridad, por la Gran Vía.