EFE. LA VANGUARDIA.- La pandemia de COVID-19 ha generado una serie de falsas teorías que señalan a los judíos como creadores del virus o responsables de su expansión, que se extienden rápidamente por las redes sociales, incluso sin que muchas personas se percaten de su contenido antisemita, según denuncia hoy la Unión Europea (UE) en un informe.
«Observamos teorías de la conspiración en relación a los judíos y la COVID, y eso es parte del discurso antisemita que ha estado circulando en la red», explica a Efe Henri Nickels, uno de los expertos en asuntos de xenofobia de la Agencia de Derechos Fundamentales (FRA) de la UE, responsable del documento.
Nickels cuenta que organizaciones como el Congreso Mundial Judío han detectado la difusión de esas mentiras en las redes sociales, que provocan que los judíos sufran el antisemitismo «tanto en la calle como en internet».
TEORÍAS DE LA CONSPIRACIÓN
El informe, en el que la FRA recoge los datos actualizados de ataques anti judíos en los 27 socios de la UE, más Reino Unido, Macedonia y Serbia, recuerda que también la Liga Antidifamación ha advertido de que «mensajes y teorías de la conspiración antisemitas, xenófobos y de odio están proliferando rápidamente en internet».
Historias como que la familia de banqueros Rothschild está detrás de la pandemia o que Israel ya dispone de una vacuna y está esperando para venderla al resto del mundo, comenta Nickels.
Para este experto, esas teorías no son más que una actualización de temas antisemistas muy antiguos «que retornan de forma regular».
DECODIFICAR MENTIRAS
«La cuestión es cómo podemos educar contra eso», plantea Nickels, quien señala que hay que enseñar a la gente a «decodificar» esos mensajes para que reconozcan no sólo que se trata de una mentira, sino que su difusión tiene un impacto negativo en los judíos.
Según Nickels, la difusión de esos mitos «viene de todas partes, de la extrema derecha e izquierda, del islamismo radical…».
La FRA advierte en su informe de que el confinamiento derivado de la pandemia puede provocar que en los datos de este año reflejen una caída de los ataques antisemitas en los espacios públicos.
Nickels señala que eso no significa que pierda intensidad el odio y los prejuicios contra los judíos, sino que los ataques «se ha manifestado en un sitio y de una manera diferentes».
De hecho, la FRA advierte de que, en general, no se informa sobre todos los ataques antisemitas que se cometen en la Unión Europea, bien porque muchas víctimas no denuncian o bien porque las autoridades no recopilan los datos de forma apropiada.
Por ejemplo, las estadísticas oficiales de criminalidad hablan de nueve incidentes antisemitas en España en 2018, mientras que el Observatorio de antisemitismo señala 18.
Hay países en los que algunos años no aparece ningún caso, algo que Nickels considera «no creíble».
Pese a esas lagunas en los datos, asegura que en los países donde sí hay un trabajo serio en ese sentido, la tendencia es un aumento de los ataques anti judíos en los últimos años.
Además, esos datos no reflejan la realidad de cómo se sienten los judíos en la Unión Europea: un sondeo realizado en 2018 mostraba que el 89 % de ellos sentían que el antisemitismo había crecido en los últimos cinco años.