Nueva agresión ultraderechista a la comunidad LGTBI ucraniana. Un grupo de individuos atacó la concentración convocada para celebrar el Orgullo en la ciudad de Odesa el pasado domingo. Los extremistas de la organización LGTBfoba Tradiciones y Orden lanzaron huevos, piedras y botellas a los manifestantes y los rociaron con gas pimienta. La policía, que ha sido acusada de pasividad ante el ataque, acabó deteniendo a dieciséis personas. Más de diez activistas resultaron heridos. La ciudad ya ha sido testigo de actos de violencia similares contra el colectivo en el pasado
DOS MANZANAS.- Los organizadores del Orgullo de Odesa, en el sur del país, tuvieron que adaptar este año los actos a la situación de pandemia por el covid-19. En lugar de montar una marcha como en ocasiones anteriores, formarían una cadena humana por el centro de la ciudad en la que los participantes portaran guantes y mascarillas como medida de higiene contra el coronavirus. Los activistas acordaron los detalles de la convocatoria con la policía y las autoridades locales.
El anuncio del acto provocó las primeras reacciones hostiles en redes sociales. Grupos extremistas organizaron una campaña de acoso en línea contra los organizadores y comenzaron a recaudar dinero para boicotear la concentración. Finalmente, en la tarde del pasado domingo, un grupo de individuos portando banderas del grupo ultraderechista Tradiciones y Orden se presentó en el centro de Odesa para reventar la convocatoria a los diez minutos de que esta comenzara.
Los contramanifestantes lanzaron huevos, botellas y piedras a los participantes en la cadena humana y los rociaron con gas pimienta. Al menos diez de ellos, así como dos agentes, resultaron heridos por el impacto de los objetos o por quemaduras. Los ultraderechistas también amenazaron a los periodistas que cubrían los hechos. Los activistas denuncian que la policía se limitó en principio a rodear a un pequeño grupo de personas, dejando desprotegidas a otras que estaban siendo atacadas.
Finalmente, un grupo de manifestantes consiguió resistir las agresiones durante dos horas hasta que fueron escoltados por las fuerzas del orden para que pudieran abandonar el lugar en condiciones de seguridad. La policía detuvo a dieciséis individuos por desórdenes públicos y ha presentado cargos contra doce de ellos. Los activistas han pedido a las autoridades que actúen con decisión contra Tradiciones y Orden por delitos de odio y de incitación a la violencia.
El Orgullo de Odesa se viene celebrando, bajo la amenaza permanente de violencia, desde 2016. En 2015, un grupo de encapuchados atacó el local donde los activistas pretendían reunirse para celebrar un foro sobre derechos LGTB, planteado como alternativa a la marcha que había sido prohibida por motivos de seguridad. Afortunadamente, no se produjeron víctimas. Tres años más tarde, en 2018, un sacerdote ortodoxo recorrió la ciudad rociando agua bendita para «limpiarla» tras el «desfile de desviación sexual que profana las calles».