La compañía rechaza compartir datos sobre militares y páginas que podrían haber difundido mensajes de odio durante la persecución étnica
ELDIARIO.ES.- Facebook rechaza la solicitud presentada por Gambia que exigía a la plataforma entregar datos y documentación relativa a oficiales militares y diferentes páginas que propagaron mensajes de odio durante el genocidio de los rohingyas en Myanmar. La red social, que jugó un papel clave en la difusión de la violencia étnica, se ha negado a entregar información manifestando que la propuesta es «extraordinariamente amplia» e «intrusiva». Gambia, que trabaja conjuntamente con la ONU, habría exigido datos acerca de 17 miembros del ejército, dos unidades militares y una docena de páginas, según relata Time.
La compañía desestima la propuesta del país africano, que ha sido transmitida al Tribunal Federal de Estados Unidos, amparándose en una ley sobre la protección de datos y la privacidad que prohíbe a las empresas dedicadas al campo de las redes sociales compartir información y datos con terceros. Para el periodista Matthew Smith, de Time, esta interpretación resulta equivocada, puesto que dicha regulación afecta a individuos y no protege las acciones ilícitas de «agentes estatales».
La investigación de la ONU, de la que forma parte esta reclamación, pretende explorar las implicaciones legales y condenar al gobierno de Myanmar por el genocidio que terminó con la vida de más de 25.000 rohingyas y obligó a más de 700.000 a refugiarse en los países vecinos.
La responsabilidad de Facebook en el genocidio rohingya
La plataforma de Mark Zuckerberg admitió en noviembre de 2018 que su red social jugó un papel clave en la difusión de la violencia étnica contra los rohingya en el país del sureste asiático. Un informe independiente encargado a una ONG de San Francisco arrojó los mismos resultados que aquellos ya adelantados por la ONU que aseguraban que «la situación del discurso de odio e incitación a la violencia en los medios sociales es desenfrenada, especialmente en Facebook».
Tras los informes, la compañía reconoció que en las primeras etapas del conflicto no tenía las herramientas ni el personal necesarios que detectar el discurso de odio en birmano, el idioma oficial de Myanmar.
Su papel en el genocidio del país asiático es solo una de las causas que han provocado que parlamentos de todo el mundo exijan explicaciones a la compañía.
La plataforma es la única fuente de información
Entre los 53 millones de residentes en Myanmar, menos del 1% tenía acceso a internet en 2014, pero en 2016 el país parecía tener más usuarios de Facebook que cualquier otro del sur de Asia. Ahora, más de 14 millones de ciudadanos usan la red social.
Un informe de 2016 elaborado por GSMA, el órgano global que representa a las operadoras telefónicas, descubrió que mucha gente en Myanmar tiene Facebook como su única fuente de información y que muchos consideran las publicaciones como noticias.
Un analista en ciberseguridad de Rangún señaló a The Guardian que «Facebook es posiblemente la única fuente de información online para la mayoría de Myanmar».
La exrelatora especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en Myanmar, Yanghee Lee, advirtió en 2018 de que Facebook «se ha convertido en una bestia». «Se utiliza para transmitir mensajes públicos, pero sabemos que los budistas ultranacionalistas tienen sus propias cuentas de Facebook y están incitando a la violencia y difundiendo odio contra los rohingyas u otras minorías étnicas», señaló.
Una portavoz de Facebook afirmó tras la investigación independiente que la compañía estaba ampliando los esfuerzos para eliminar el odio y las cuentas de usuarios que lo difunden. «Nos tomamos esto especialmente en serio y hemos trabajado con expertos en Myanmar durante varios años para desarrollar recursos de seguridad y campañas de contranarrativa», aseguró.