Afers Socials ha denunciado a las jóvenes ante los Mossos d’Esquadra
LA VANGUARDIA.- La dirección de la residencia de ancianos de Mossèn Homs en Terrassa ha abierto un expediente disciplinario y despedido a las dos trabajadoras que se grabaron en Instagram maltratando a una usuaria del centro. Ambas rodaron un vídeo en el que se reían mientras una le daba de comer a la residente de malas maneras, unas imágenes que han provocado una ola de indignación y que el departamento de Afers Socials haya activado una inspección de servicios sociales.
Desde Afers Socials también han denunciado el caso ante los Mossos d’Esquadra y anuncian que se personarán en las actuaciones judiciales que se puedan emprender al respecto: “Actuaremos ante cualquier caso de trato vejatorio a una persona residente en un centro de atención a la gente mayor”.
Una de las trabajadoras trata vejatoriamente a la anciana mientras la otra graba y se ríe
En el vídeo se ve a una joven cuidadora que está intentando dar de comer a la anciana, a la que llama por su nombre, Elisa, y le dice: “Va, abre la puta boca ya, hombre, vieja cascarrabias”. Mientras tanto la que sostiene el móvil y difunde la escena en sus historias de Instagram se ríe de la situación.
“Yo no soy así, que conste, pero me saca de quicio”, explica la primera a cámara antes de volver a dirigirse a la anciana: “¡Elisa, la pastilla! ¿No entiendes que te la tienes que tomar? ¿No lo entiendes? Mira, ¿sabes qué? si no te la quieres tomar, no te la tomes. Si te duele de los pies a la cabeza te vas a joder, ¡Hombre ya, la puta pastilla!”.
Este lunes el alcalde de Terrassa, Jordi Ballart, envió una carta a la consellera de Salut, Alba Vergés, y al conseller de Treball, Afers Socials i Famílies, Chakir El Homrani, para pedirles que investigaran el presunto maltrato. Las trabajadoras del vídeo dispensan un trato “con actitudes, tratamiento y lenguaje absolutamente intolerables” a ojos del edil.
“Las imágenes y el sonido de estos vídeos son suficientemente expresivos de la situación que se produjo y de su incompatibilidad no sólo con el servicio público, sino también con el respeto a los derechos humanos más básicos”, opina Ballart en su carta.
El vídeo llegó al foro Bcnlegendz y la difusión se amplificó ampliamente, tanto que la joven que grabó las historias de Instagram ganó más de 6.000 seguidores y, como si fuera una youtuber, compartió un nuevo vídeo para pedir disculpas públicamente y anunciar que asumirá las consecuencias de su acto. La joven que graba y la que daba de comer a la anciana han cerrado temporalmente sus cuentas en las redes sociales.