La Fiscalía Provincial de Valencia ve delito de odio en la aparición de unas pegatinas en el mobiliario urbano de diversas calles de la ciudad de València que contenían el mensaje de ‘PSOE asesino’ escrito sobre una mascarilla quirúrgica pero solicita el archivo de las actuaciones abiertas al no conocerse el autor.
EUROPA PRESS. 20 MINUTOS.- Así se desprende del escrito del ministerio público, firmado por la coordinadora de delitos de Odio de la Fiscalía de Valencia, Susana Gisbert, al que ha tenido acceso Europa Press.
La Fiscalía abrió una investigación el pasado mes de mayo tras una denuncia del PSPV sobre estas pegatinas, en la que se pedía que se comprobaran los hechos y se determinase la naturaleza delictiva de los mismos. En las pegatinas se distorsionaba el logo de la formación y se sustituía por una imagen que se asemejaba a una calavera junto a otra frase en su parte inferior: «Ni olvido ni perdón», y la bandera española.
Tras practicar varias diligencias, no se ha podido «ni siquiera indiciariamente» atribuir la autoría de los hechos, por lo que la Fiscalía ha solicitado el archivo de las actuaciones. No obstante, deja patente que estos hechos podrían revestir los caracteres de un delito cometido con ocasión del ejercicio de los derechos fundamentales y las libertades públicas garantizados en la Constitución (delito de odio) del artículo 510 del Código Penal.
En la denuncia del PSPV se aludía a la aparición de estas pegatinas el pasado 4 de mayo de 2020 y entendía que en clara alusión a la situación de pandemia generada por Covid-19, a través de la imagen de mascarillas se intentaba responsabilizar al PSOE de las muertes, con la manipulación del logo sustituyendo la rosa por una calavera. E imputando a este partido el «asesinato» de las personas al calificarle de ‘PSOE asesino’, sostenía.
La formación política afirmaba que estos mensajes podían atentar contra su honor y, además, podían lesionar otros bienes jurídicos. Y en este punto hacía referencia a los delitos de odio.
Alegaba que aunque la libertad ideológica y la libertad de expresión protegen la libre expresión de las ideas, incluso rechazables y molestas para algunas personas, «en ningún caso» tales libertades podían dar cobertura al menosprecio y el insulto contra personas o grupos, o la generación de sentimientos de hostilidad contra ellos, constituyendo, por ello, delitos de odio.
Las manifestaciones denunciadas, agregaba el PSPV en su escrito, «van mucho más allá del derecho al honor de la formación política, suponen una grave quiebra de la convivencia y del gran orden constitucional, incitación al odio y la discriminación por motivos ideológicos, pues buscan un ataque al pensamiento político socialista y su gestión».
«Estos ataques -se añadía- son directamente una grave incitación directa al odio y la discriminación del pensamiento político socialista mediante la atribución injuriosa y calumniosa de hechos que dañan su honor, lo que supone una vulneración del derecho a la no discriminación por motivos ideológicos que no puede ampararse en la libertad de expresión, y con la finalidad clara de provocar una reacción de odio frente al mismo, a mayor abundamiento bajo el anonimato para evitar toda clase de responsabilidad que da muestra evidente de la intencionalidad».
A juicio del PSPV, en este caso debía aplicarse la norma penal porque una banalización de conductas de este tipo entiende que podía dar lugar a una sociedad insensible a la agresividad, al odio y, por último, a la violencia. La Fiscalía lo ha investigado pero ha pedido el archivo al desconocerse el autor del posible delito.