EFE. LA VANGUARDIA.- El asesinato a tiros en una calle de Lisboa del actor negro Bruno Candé a manos de un octogenario blanco ha desatado la indignación en Portugal, que se pregunta si, como sostiene la familia, el color de piel motivó el crimen, algo que ya investigan las autoridades.
Candé, de 39 años, recibió cuatro disparos el sábado, cuando se encontraba junto a su perra en el barrio de Moscavide, en la periferia de Lisboa.
El autor fue un hombre blanco de cerca de 80 años que, según los testigos, se acercó al actor y le disparó sin mediar palabra, tras lo cual fue inmovilizado por varias personas hasta que llegó la policía.
«En términos de motivación, aún no entendemos muy bien el porqué. Puede que tenga que ver con cuestiones meramente pasionales, dado que no existe ninguna conexión entre ellos», dijeron inicialmente a la Prensa los agentes de la Policía de Seguridad Pública (PSP).
Pero la familia del fallecido, padre de tres hijos de seis, cinco y tres años, sostiene que se conocían, algo corroborado por algunos vecinos, que detallan una disputa que mantuvieron en plena calle tres días antes del crimen, relacionada con la perra de Candé.
«El asesino lo había amenazado de muerte tres días antes, profiriendo varios insultos racistas», sostiene la familia en un comunicado en el que no dudan en tachar lo sucedido de crimen «premeditado y racista».
También lo considera evidente la organización SOS Racismo, que en una publicación en Facebook dice que «el carácter premeditado del asesinato no deja lugar a dudas de que se trata de un crimen con motivaciones de odio racial».
Con el paso de las horas, el caso ha levantado una polvareda nacional, mientras la Policía Judicial investiga el caso.
La Policía afirma que ninguno de los seis testigos del crimen ha mencionado que hubiera cuestiones racistas en el momento de los hechos, en tanto que organizaciones y partidos condenan lo sucedido y piden reflexiones sobre la presencia del racismo en Portugal.
Es el caso del marxista Bloco de Esquerda, cuya coordinadora, Catarina Martins, ha repudiado este «crimen horrible, un asesinato violento, racista».
«Cuando se deshumaniza a los otros con el racismo, estas cosas pasan», agregó Martins.
También se ha pronunciado el partido de ultraderecha Chega, que opina que la muerte de Candé «es una tragedia, pero no tiene nada que ver, según los datos conocidos hasta el momento, con el racismo».
«Portugal es el país menos racista de Europa; tal vez del mundo», agregó.
Un estudio del European Social Survey (ESS) divulgado a finales de junio sostiene que el 62 % de los portugueses manifiesta alguna forma de racismo.
La conclusión se alcanzó tras preguntar a 1.055 lusos si consideraban que hay grupos étnicos o raciales más inteligentes, civilizados o trabajadores que otros.
Dos tercios respondieron afirmativamente a alguna de estas tres opciones, en tanto que un 32 % dijo que sí a las tres.
Bruno Candé trabajaba principalmente en teatro, con el grupo Casa Conveniente, y en televisión participó en la telenovela «Única Mulher».
Actualmente trataba de recuperarse de las secuelas de un grave accidente que sufrió hace dos años, cuando fue atropellado mientras montaba en bicicleta.