El tribunal revoca parte del fallo que absolvió a 4 personas acusadas de insultar en las redes a los agentes asesinados en Andorra por Igor el Ruso
MARÍA ÁNGELES MORENO. HERALDO DE ARAGÓN.- La Audiencia de Teruel condena a un vecino de la localidad barcelonesa de Olesa de Montserrat, Felip Segura, y a una joven de Canarias, María Candelaria Olivera, a pagar cada uno una multa de 4.320 euros por los mensajes ofensivos que publicaron en las redes sociales la noche del 14 de diciembre de 2017 contra los dos agentes de la Guardia Civil asesinados ese mismo día en Andorra por Igor el Ruso.
Felip Segura subió un tuit cuyo contenido, traducido del catalán, era: «Pues que hubieran estudiado, en vez de alistarse en un cuerpo militar de matón y ablandaabuelas. Siento el trance de la familia, pero es el mismo trance de la familia de cualquier heroinómano de los 80. Ellos han elegido el camino que querían». María Candelaria Olivera, al hilo del comentario de otra internauta, escribió: «Estoy de acuerdo con esta muchacha, últimamente son buenas noticias de policías muertos y guardia civil, y ver como los matan o se quitan la vida puff».
Ambos se sentaron el pasado 19 de noviembre en el banquillo del Juzgado de lo Penal junto a dos personas más que también colgaron en las redes mensajes sobre la muerte de los agentes. La víspera, Segura recibió en el Parlament de Cataluña el respaldo de los grupos independentistas, algunos de cuyos representantes vinculaban el caso a «la ola represiva del Estado español». El día del juicio, una treintena de vecinos de Olesa arroparon a Segura en Teruel.
La sentencia de primera instancia absolvió a uno de ellos por haberse limitado a escribir la palabra «Karma» y a los otros tres –entre los que están Segura y Olivera–, al considerar que los tuits publicados son ofensivos e injuriosos pero no tan graves como para ser castigados penalmente.
Pero la Audiencia no comparte el criterio de la juez de lo Penal y estima que, en el caso de Segura y Olivera, las expresiones proferidas constituyen un delito de injurias a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. El fallo reprueba duramente a los autores de los mensajes afirmando que sus misivas son «inequivocamente insultantes» y encaminadas al desprestigio de la Guardia Civil así como atentatorias contra la dignidad. Añade que ambos «han sobrepasado el límite de la libertad de expresión» por no respetar la honorabilidad de la institución. Les reprocha que aprovecharan la notoriedad del suceso para que sus mensajes llegaran, incluso, a los familiares de los fallecidos.
La Audiencia coincide con el juzgado de lo Penal en que no cabe un delito de injurias contra personas fallecidas y en que tampoco ha habido un delito de odio porque los guardias no pertenecen a ningún colectivo vulnerable, pero aprecia, si bien con el voto en contra de uno de los tres magistrados, un delito de injurias a la Guardia Civil como institución.
El abogado Jorge Piedrafita, que recurrió el fallo absolutorio en representación de la viuda e hija de uno de los fallecidos, expresó este jueves su «satisfacción a medias» y anunció que estudiará un posible recurso en casación ante el Tribunal Supremopor entender que los mensajes esconden un delito de odio y otro de injurias personales. Además, está dispuesto a acudir a la vía civil si penalmente no se condena a los procesados a indemnizar a sus clientes. La cuantía reclamada, de carácter simbólico, según el letrado, asciende a 6.000 euros para la viuda e hija del agente víctima de Igor el Ruso.