En Salamanca y Palencia la cifra descendió con respecto a 2018, mientras que la Comunidad sumó un total de 88 / Las muertes violentas se mantienen casi idénticas, aunque crecen los accidentes casuales
I. ARRÚE. DIARIO CASTILLA Y LEÓN.- Los doctores del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (IMLCF) de la dirección de Valladolid, casi duplicaron en 2019 las exploraciones a mujeres víctimas de agresiones sexuales, al reconocer a 42 denunciantes, frente a las 23 del año anterior, lo que representa una subida del 82,6%.
El aumento de mujeres agredidas en la provincia de Valladolid es aún más llamativo si se tiene en cuenta que en otras provincias también pertenecientes al IMLCF, como son Salamanca y Palencia, la tónica es contraria: en Salamanca bajaron en tres víctimas (de 39 a 36) y en Palencia en 7 (de 17 a 10).
Otro dato muy llamativo es que de las 42 reconocidas por los médicos forenses, 22 casos se concentraron en el segundo trimestre (abril, mayo y junio), en tanto que el primer trimestre sumó ocho; el tercero, cinco, y el cuarto, siete.
Fuentes forenses indicaron que estas mujeres exploradas, además, no representan la cifra oficial de agresiones sexuales. «Representan a las que nos han llegado para un reconocimiento, nada más», puntualizaron.
De hecho, el balance de criminalidad del Ministerio del Interior recoge un aumento de los delitos contra la libertad e indemnidad de 91 a 106 casos en la provincia de Valladolid en 2019, lo que representa una subida del 16,5%.
El trabajo de los médicos forenses de Valladolid ha repuntado también en las actuaciones periciales en procedimientos de violencia de género con un incremento muy pronunciado. En concreto actuaron en 179 casos de lesiones físicas en víctimas, frente a los 141 del año anterior, lo que representa una subida del 27%, con 38 periciales más.
Por contra, en violencia doméstica, las actuaciones periciales en adultos descendieron de 63 a 45, un 28,5%, de la misma forma que los menores reconocidos bajaron de nueve a cuatro. En las actuaciones periciales psicológicas y sociales derivadas de la violencia de género y civiles de familia atendieron 220 casos propios de ámbito familiar, frente a los 204 de 2018.
142 muertes autopsiadas
La memoria del IMLCF de 2019 también recoge que la dirección de Valladolid realizó 142 autopsias, un 10,12% menos que el año anterior. De ellas, 90 fueron muertes naturales certificadas (26 menos), 21 decesos violentas informados (dos menos) y un total de 253 muertes con intervención forense ( 44 menos).
El retroceso en muertes violentas llega al 11,3% al pasar de las 132 del año anterior o a las 117 de 2019, con una bajada de quince casos. Todos los epígrafes de ‘muerte violenta’ descienden, salvo los de accidentes casuales, que suben en seis casos, al pasar de 44 a 50.
Este epígrafe es una especie de cajón de sastre que incluye todo lo fortuito que acaba en óbito, como caídas desde el mismo nivel, que fueron 19 (diez varones y nueve mujeres), quemaduras, con seis casos (tres varones y tres mujeres) o caídas desde la silla de ruedas, infortunio que se cobró ocho fallecimientos, cuatro varones y otras tantas mujeres.
Sin lugar a dudas el apartado de homicidios es el que ha reportado la mayor satisfacción, ya que no registra ningún crimen en todo 2019, pero no solo en Valladolid. Tampoco en Salamanca y Palencia.
De hecho, el asesinato del joven de 18 años de Laguna de Duero, David Hernández, cometido en la madrugada del 14 al 15 de abril en el parque trasero del polideportivo, rompió una racha de 18 meses sin homicidios en la provincia, ya que en 2019 no se registró ninguno.
El último anterior era el crimen de la plaza Circular cometido el 17 de octubre de 2018 sobre María Aguña Martín, viuda de tratante de ganado de 73 años. Tras quince meses de arduo trabajo, en diciembre de 2019, la Policía Nacional detuvo a los siete presuntos miembros del grupo criminal en la denominada operación «Mariya».
En 2018 hubo otros cuatro homicidios más: el de José Cortés, de 49 años, en Nava del Rey (8 de septiembre); el de Félix Carrión, de 46 años, en Castrillo Tejeriego (19 de agosto); el de Javier ‘Eli’, (12 de agosto), y el de Sacramento Martínez, de 73 años, en su piso de Parquesol, el 31 de enero.
Seis motoristas muertos
El balance de fallecidos en accidentes de tráfico encierra el dato positivo de que se rebajan en nueve los fallecidos, ya que descienden de 28 a 19, pero la conclusión preocupante del elevado porcentaje de fallecidos en moto.
En 2019 hubo 13 víctimas mortales varones y otras seis mujeres. De esta víctimas una pereció atropellada cuando circulaba en bici, dos fueron peatones, cinco conductores de coche y otros tantos, pasajeros de turismos. El mayor número de fallecidos, seis, lo puso los conductores motoristas. Ya en 2008 fueron los primeros en óbitos, son siete decesos. Dicho de una forma rápida, de los 28 muertos en 2018 más los 19 de 2019, trece eran pilotos de motos, el 28%. Un balance para la reflexión.
Los accidentes mortales en el trabajo también se redujeron de seis a cuatro, aunque dejaron para el recuerdo las circunstancias trágicas de cómo se desarrollaron los siniestros.
Es el caso del accidente registrado el 28 de septiembre en una fosa séptica del Camino Viejo de Simancas en el que murieron dos trabajadores de 58 y 48 años al pozo que contenía gas tóxico. Los dos operarios de la fábrica de piensos Progatecsa, cayeron a una fosa séptica de 50 centímetros de diámetro y cuatro metros de profundidad. Uno de ellos, el empleado de mantenimiento de la empresa, cayó al pozo al resbalar mientras realizaba trabajos de limpieza del mismo. Y la segunda de las víctimas, un camionero de la fábrica que lo vio caerse, falleció al intentar socorrerlo.
Otro siniestro mortal ocurrió un mes y medio antes, el 6 de agosto en la planta de Lingotes Especiales. La víctima fue un carretillero que cayó desplomado, al parecer, por un «estrés térmico» producido por el calor que existía en la fábrica de componentes de automoción. El trabajador, de 36 años, se dio un golpe en la cabeza tras bajar, indispuesto, de la carretilla.