EL PAÍS.- El Comité Ejecutivo de la UEFA y el consejo que agrupa a las asociaciones de clubes (ECA), Ligas (EPFL) y jugadores (FIFPro) exigieron ayer de forma conjunta desde Turín que se apliquen las sanciones previstas para castigar incidentes racistas en el fútbol, incluido el cierre del estadio, según anunció la UEFA en un comunicado. El llamamiento se produce un par de semanas después de que un espectador del Villarreal-Barça de Liga tirara un plátano a Alves y fuera luego sancionado con 6.000 euros (y el club con 12.000). Al contrario que en Inglaterra, Italia y otros países, en España nunca se ha cerrado un campo por este tipo de incidentes.
La UEFA recuerda que en 2013 su congreso ordinario aprobó que el racismo debía castigarse al menos con el cierre parcial del estadio desde la primera infracción y hasta el cierre total y multas de 50.000 euros en caso de repetirse y que es responsabilidad de cada país adecuar sus normativas. En España son el Comité de Competición en primera instacia y después la Comisión Antiviolencia en segunda los encargados de las sanciones.
El texto también subraya que los árbitros pueden suspender el partido al menor brote de racismo en las gradas. “Es inaceptable para cualquiera recibir insultos racistas en un estadio y no lo vamos a tolerar”, dijo el presidente de la UEFA, Michel Platini.
