EFE. LA VANGUARDIA.- La Fiscalía y el Gobierno turcos han salido en defensa del máximo cargo religioso de Turquía después de que el Colegio de Abogados de Ankara planteara denunciarlo por «delito de odio» por afirmar que la homosexualidad «conlleva enfermedades».
«Oíd. El islam considera la fornicación como una de las cosas más prohibidas. Condena la sodomía, la homosexualidad. ¿Cuál es la razón? Conlleva enfermedades y corrompe el linaje, esa es la razón», aseguró en un sermón el pasado viernes Ali Erbas, jefe de la Diyanet, equivalente al Ministerio de la Religión.
Erbas, nombrado directamente por el presidente turco, el islamista Recep Tayyip Erdogan, aseguró que «cientos de miles de personas son víctima del virus del sida cada año a causa de ese gran pecado» y animo a los fieles a «luchar para proteger a las personas contra ese tipo de males».
Ante estas palabras, la asociación de derechos humanos IHD anunció una querella judicial contra el dirigente religioso por «incitación al odio», mientras que los colegios de abogados de Ankara y Esmirna denunciaron que se trata de un caso de «incitación al odio que debe ser sancionada».
La Fiscalía ha reaccionado abriendo diligencias contra el Colegio de Abogados de Ankara por «incitación al odio contra una religión», mientras que numerosas cargos públicos han salido en defensa de Erbas.
El ministro de Justicia, Abulhamit Gül, ha acusado al Colegio de Abogados de Ankara de mostrar «reflejos fascistas» y de no respetar «la libertad de pensamiento y la libertad religiosa», mientras que el presidente del Parlamento ha dicho: «Condeno tajantemente los ataques (contra Erbas) y especialmente los ataques contra el islam con pretexto de dirigirse contra su persona».
Ambos políticos pertenecen al AKP, el partido de Erdogan.
La homosexualidad es legal en Turquía desde mediados del siglo XIX y en las grandes ciudades existe una vibrante comunidad gay, con locales de ocio, actos culturales y dos festivales de cine anuales, si bien el Gobierno islamista prohíbe desde hace cinco años la marcha del Orgullo porque puede «provocar tensiones».