En la Argentina hubo, al menos, veinte femicidios desde el aislamiento social obligatorio. Piden que se apruebe el proyecto de emergencia en violencia de género. En la Ciudad de Buenos Aires también hay una iniciativa para aplicarla a nivel local. Aumentaron los pedidos de ayuda de las porteñas y reclaman que hay teléfonos que no atienden. Además se estrena una película gratuita sobre el funcionamiento de la Línea 137
INFOBAE.– Sería muy importante que se pueda avanzar y que haya presupuesto y recursos específicos para abordar la violencia de género como pandemia dentro de la pandemia; es decir, que dentro de las medidas que hoy se están tomando por la emergencia sanitaria por coronavirus haya presupuesto y políticas públicas específicas para prevenir, sancionar y erradicar la violencia hacia las mujeres y mujeres trans”, propone la legisladora porteña Laura Velasco, de Somos Ciudad en el Frente de Todos.
En mayo del año pasado se presentó, en el Congreso Nacional, un proyecto que propone declarar la emergencia en materia social por violencia de género por dos años en todo el territorio nacional. La iniciativa tiene estado parlamentario y fue firmada, entre otras, en el 2019 por las legisladoras (en ese momento) Lucila De Ponti, Mónica Macha, Cristina Álvarez Rodríguez, Victoria Donda, Vanesa Silley, Cecilia Moreau, Mayra Mendoza, Araceli Ferreyra, Gabriela Cerruti y Alejandra Rodenas.
Pero si, en otros contextos, fue discutida la efectividad de declarar la emergencia sobre una situación que tiene una raíz histórica y que no se termina en un plazo determinado porque hay que combatirla con un profundo cambio educativo y cultural, en este coyuntura -de pandemia sanitaria y aislamiento obligatorio- la emergencia dentro de una emergencia cuenta con mucho más sentido y posibilidad de respaldo.
La cuarentena es una situación de mayor peligro para las mujeres y personas trans. Desde que empezó la cuarentena hubo, por lo menos, veinte femicidios, según surge de los relevamientos del Observatorio “Ahora que sí nos ven” y La Casa del Encuentro (con diferentes cifras, modos de relevamiento y fechas de difusión) y la conmoción de los femicidios registrados en los últimos dos días.
Priscila Martínez tenía 15 años, vivía en La Banda, Santiago del Estero. Fue vista por última vez el 23 de febrero. Ella había ido a lavar y coser ropa a la casa de su tío Rubén Avila. Su cuerpo fue encontrado el 15 de abril debajo de la cama de Avila, que ya tenía otras denuncias por violencia.
En relación al agravamiento del aislamiento para la violencia de género, aún si el asesinato se cometió antes de la medida, la policía le dijo a sus familiares que “se habría ido con un novio” (una frase prejuiciosa y disuasoria de la investigación que infringe las normas para la búsqueda de adolescentes desaparecidas), e intentó negarle a la madre ir hasta el lugar donde encontraron el cuerpo por la cuarentena. Por lo tanto, también demuestra que el agravamiento de la violencia hacia las mujeres y la desidia o impunidad en la investigación de las desapariciones incide en este contexto.
Si bien después la mamá logró sortear los obstáculos de las fuerzas de seguridad (con ayuda del movimiento feminista) apelando a las medidas para prevenir el contagio del Covid 19, muestran que el dolor del abuso sexual y la impunidad ligada al accionar policial y judicial (todavía con enormes fallas en perspectiva de género) se agrava con el escudo de la cuarentena obligatoria.
El 15 de abril se encontró el cuerpo de Camila Tarocco en el barrio Las Catonas de Moreno, semienterrado en un descampado a dos cuadras de la casa de Ariel González, su ex pareja y el principal sospechoso. Ella tenía dos hijos y había salido a cobrar la Asignación Universal por Hijo (AUH). En un video, difundido por Ni Una Menos, amigas y activistas alertan: “En Moreno siempre va a faltar Camila”.
El 14 de abril también se conoció el femicidio de Jésica Minaglia, de 31 años, docente en una escuela primaria. Su cuerpo fue encontrado en su casa de Comandante Luis Piedra Buena en Santa Cruz, a 250 kilómetros de Río Gallegos, Santa Cruz, con manchas de sangre en su ropa.
Hasta el 20 de marzo se registró un femicidio cada 32 horas en Argentina. La cifra puede subir con los asesinatos registrados en los últimos días. Y, además, muestra que los delitos comunes, como robos, bajaron un 60 por ciento en la primera semana del aislamiento, según cifras de la Procuración bonaerense-, pero los femicidios continúan y generan gran alarma.
Los femicidios son la punta del iceberg, la violencia más extrema contra las mujeres, pero la violación, las amenazas, las lesiones, los golpes, el maltrato, la denigración, los insultos, la retención del dinero, la falta de pago de cuotas alimentarias, la coerción para no salir ante una situación de necesidad son otros tipos de violencia inscriptas en la Ley 24.685 (para prevenir y erradicar la violencia hacia las mujeres) que se acrecientan con el encierro, el control sobre los movimientos, la falta de recursos donde pedir ayuda y la crisis económica.
El cierre de escuelas (que son un lugar donde las madres piden ayuda y las docentes detectan violencia familiar y se dictan clases de educación sexual integral que dan el pie para hablar de abusos sexuales por parte de familiares), suspensión de consultas hospitalarias que no sean de emergencia o por Covid-19 (cuando en las guardias o rutinas lxs médicos detectan signos de violencia), crisis económica y desocupación (que dificultan las posibilidades de las víctimas para irse de su casa, alquilar un departamento o independizarse del agresor), son algunas de las situaciones que ponen entre una pared y otra a las mujeres y personas LGTTB que se ven más expuestas a la violencia machista durante el confinamiento.
El proyecto actual de Laura Velasco es para la Ciudad de Buenos Aires porque ella es legisladora porteña. Velasco explica la necesidad de declarar la emergencia local: “Si bien durante la cuarentena no hemos tenido ningún femicidio como sí en otros lugares del país, sabemos que en la Ciudad hay situaciones de violencia y que ha crecido la cantidad de denuncias y esto tiene que ver con la mayor indefensión en la que se encuentran las víctimas por las medidas de aislamiento”.
Tú no te quedas en casa
En la Argentina las medidas sanitarias de prevención del Covid -19 se tomaron en base a la experiencia europea –especialmente la de Italia y España- que sufrieron antes y, a mucha mayor escala, los efectos de la pandemia. En materia de violencia de género, en Madrid fueron atendidas más de 5.600 mujeres y 240 no habían necesitado antes ayuda pública por violencia de género.
Madrid lanzó la campaña “Tú no te quedes en casa», para que las víctimas no se queden compartiendo techo con su maltratador. También se pusieron a disposición hoteles y centros turísticos para que las víctimas puedan irse de sus casas y no exponerse a riesgos y maltratos durante la cuarentena
En Argentina se incluyó en el decreto de excepciones a las personas obligadas a cumplir con el aislamiento preventivo y obligatorio a las víctimas de violencia de género (mujeres y personas LGTTB) y se generó el código “barbijo rojo” para que las mujeres puedan pedir ayuda en farmacias.
Las centrales sindicales (como CTERA) y universitarias pusieron a disposición hoteles e instalaciones. Pero, según fuentes oficiales, todavía no se usaron porque alcanzan con las plazas en los 120 Hogares de Protección Integral (HPI) en todo el país.
Más pedidos de ayuda
En la Ciudad de Buenos Aires hay cinco unidades convivenciales: dos refugios (uno para mujeres víctimas de violencia y otro para víctimas de trata), un hogar para mujeres jóvenes (de 14 a 18 años) con hijos/as o embarazadas) y dos casas de medio camino. Actualmente hay ochenta y ocho plazas ocupadas entre mujeres, niñas y niños. En el gobierno porteño dicen que cuentan con lugar por si hay más mujeres que necesitan donde ir en el contexto de la pandemia.
Otro punto difícil es que en España dieron equipo de protección (similar al de los hospitales) a las trabajadoras de los centros de acogida (como se llaman los refugios). ¿Qué pasa en la Ciudad de Buenos Aires? “Desde que se decretaron las medidas de aislamiento social se establecieron guardias mínimas para garantizar el correcto funcionamiento de los dispositivos de asistencia tomando los recaudos necesarios para el cuidado de mujeres, niños, niñas y trabajadoras que se encuentran en ellas. Se los provee de artículos de limpieza, alcohol en gel, folletería de información y se respetaron los recaudos de higiene”, informa a Directora General de la Mujer del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Agustina Ciarletta.
Ciarletta apunta: “Sabemos que en este contexto las mujeres se ven más expuestas a la violencia y, es por eso, que trabajamos para garantizar que estos dispositivos funcionen y que las compañeras que trabajan también se sientan cuidadas. Para eso establecimos un sistema de rotación de profesionales que nos permite no exponer a las trabajadoras que se encuentran en grupos de riesgo”.
Las tareas de las profesionales en los hogares y de las operadores que atienden la Línea 144 está caratulada como trabajo esencial, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (C.A.B.A), en el marco de las restricciones de circulación y laborales para prevenir el contagio de Coronavirus.
En los hogares porteños se suspendieron, por el momento, las visitas del exterior y los talleres que se dictaban y se pasaron al formato online y presencial. Por lo que las condiciones para las mujeres que permanecen allí también se recrudecieron.
¿Qué pasa si llega una mujer nueva con la prevención para evitar posibilidades de contagios? “Desde que se dictó la cuarentena tuvimos ingresos a los refugios tanto de violencia como de casos de trata que se trabajó en conjunto con el gobierno nacional. Al momento del ingreso se cumplieron todos los protocolos establecidos para garantizar la salud de las mujeres convivientes”, delimita Ciarletta.
Por su parte la atención porteña de la Línea 144 la realizan las trabajadoras, a través de un sistema de enrute, desde sus casas. “A su vez, tomando en cuenta el posible aumento de llamadas producto del aislamiento entre violentos y mujeres en situación de violencia, se confeccionó un protocolo para convocar más profesionales y garantizar el canal de demanda”, informa la Directora de la Mujer del gobierno porteño.
Solamente en marzo hubo 4.533 llamadas a la Línea 144 desde la Ciudad de Buenos Aires (casi 200 pedidos más que en marzo del año pasado que habían sido 4.373). En medio de una situación excepcional a nivel global, nacional y municipal, claramente, el aislamiento social obligatorio aumentó la demanda. Las denuncias desde C.A.B.A. son veinte o treinta por día.
Por su parte, el legislador porteño Santiago Roberto (Frente de Todos) cuestiona el funcionamiento de los dispositivos para ayudar a las víctimas de violencia de género en la Ciudad de Buenos Aires. “Hicimos un relevamiento respecto al funcionamiento de los Centros Integrales de las Mujeres y nos encontramos que sólo uno de los quince atendió el llamado, informando que se encontraba cerrado y restringida su atención al acompañamiento telefónico. Los trece centros restantes no atendieron los llamados».
“Dado el aislamiento social obligatorio por el COVID-19, la forma de acceso más inmediata es la telefónica. La mayoría de los CIMs son conveniados con organizaciones sociales, sus trabajadoras están sumamente precarizadas realizando tareas de alto estrés, no contando si quiera con ART. Ese rasgo estructural del sistema hace que sea inviable, en este contexto de aislamiento, solicitar que se expongan a realizar su tarea en el lugar de trabajo. Pero sobre todo porque no se les brindan ni los elementos de protección sanitaria, ni los instrumentos de atención correspondientes para la realización de la contención por vía remota», resalta Santiago Roberto en un pedido de informes presentado en la Legislatura.
“Se realizaron llamados el lunes 30 de marzo, entre las 15 y las 18, solicitando acompañamiento psicológico para asistir a un caso real. Sólo el Centro Integral de la Mujer María Elena Walsh, de la Comuna 14, contestó telefónicamente, para informar que se encontraban cerrados y sin poder suministrar información pertinente para resolver la necesidad planteada”, continúa el pedido de informes del legislador.
Otra realidad para ver en cuarentena
En el marco de la Ciudad de Buenos Aires también funciona la Línea 137, del programa “Las Víctimas contra las Violencias”, del Ministerio de Justicia de la Nación. La Coordinación General es de Eva Giberti. La asesora del programa, Carina Rago, explica: “Ante este contexto de pandemia y aislamiento seguimos trabajando desde el call center, compuesto por piscólogas y trabajadoras sociales, que es atendido las 24 horas, los 365 días del año. El equipo móvil se desplaza hasta donde está la víctima en caso de una situación de emergencia”.
La posibilidad de llegar con un móvil funciona en la Ciudad de Buenos Aires, Misiones y Chaco, pero en la Línea 137 reciben llamadas y asesoran a personas de todo el país. “Ante esta situación de pandemia hemos redoblado los esfuerzos y seguimos adelante para escuchar, asesorar y acompañar a las víctimas”.
El jueves 16 de abril se estrenó “Línea 137, el documental” que pone el foco en la asistencia a las víctimas de violencia de género, dirigido por Lucía Vassallo, en la web Cinear y en el canal CinearTV. En el marco de las acciones de prevención frente a la pandemia de Covid-19 el INCAA decidió que la película se pueda ver online, de manera gratuita, desde el viernes 17 de abril hasta el 24 de abril en la plataforma Cinear Play, y desde el Jueves 30, va a quedar en la plataforma en alquiler por solo 30 pesos. Playpelícula 137
El documental busca un modo alternativo de hacer foco sobre la violencia machista y cuenta con el guión e investigación de la periodista Marta Dillon, y pone el foco en el trabajo cotidiano de operadoras y operadores del programa Las Víctimas contra Las Violencias, en conflictos de violencia machista, sexual e intrafamiliar en CABA, Chaco (Resistencia) y Misiones (Posadas, Garupá, El dorado y Oberá).
La necesidad de profundizar la ayuda a las víctimas de violencia de género está a la vista.
Por ayuda en casos de violencia de género llamar al 144 / 137