EFE. LA VANGUARDIA.- Tres poblaciones de la minoría gitana en el este de Eslovaquia han sido puestas hoy en cuarentena supervisada por la policía y el Ejército, una medida que afecta a más de cuatro mil personas y que ha sido criticada por ONG, informa el diario Právda.
El Gobierno de coalición de centroderecha decretó la víspera el estado de cuarentena en las zonas donde se concentra la etnia romaní de Krompachy, Zehra y Bystrany, situadas en la región de Kosice y donde las autoridades han detectado «decenas de contagios».
En las últimas semanas regresaron del extranjero unas 1.500 personas pertenecientes a esta etnia, que no guardaron la cuarentena preceptiva, según declaró el europarlamentario romaní Peter Pollák, miembro del gabinete de crisis sobre la pandemia.
Distintas ONG han criticado que la crisis del coronavirus ha puesto en evidencia el trato discriminatorio que reciben los gitanos en regiones pobres de Eslovaquia.
Ingrid Kosova, de la agrupación Montessori, explicó a Efe que mientras que eslovacos retornados del extranjero pasan la cuarentena en centros hospitalarios, a los miembros de esta minoría se les obligaba a pasarla en gimnasios o en otras instalaciones municipales poco adecuadas.
La activista también criticó que las autoridades piden a los gitanos personarse en oficinas de correos para recibir cualquier ayuda estatal y allí se les desinfecta de forma obligatoria delante de efectivos de las fuerzas armadas.
Kosova aboga por un mayor número de test entre este colectivo para detectar el coronavirus de forma preventiva, en lugar de medidas que aumenten el estigma contra esta minoría discriminada.
Las medidas impuestas a esta comunidad han sido también criticadas por el apoderado del Gobierno para la minoría romaní, Ábel Ravasz.
«Las soluciones que el gabinete de crisis adoptó las consideramos inhumanas y no las puedo respaldar», dijo Ravasz al diario Právda.
La etnia romaní en Eslovaquia está formada por unas 440.000 personas, lo que equivale al 8 % de la población, y existen poblados chabolistas donde no hay acceso al agua potable, lo que impide luchar de forma adecuada contra el coronavirus.
