Algunos profesionales se han encontrado vergonzosas notas de su comunidad pidiéndoles que se busquen otro lugar hasta que pase la pandemia
LA VANGUARDIA.- Desde hace cuatro semanas, las ventanas y balcones de todo España se llenan a las ocho en punto de la tarde para unirse en un cálido aplauso a todos los que están poniendo en riesgo su propia salud para garantizar la de los demás. Sanitarios, bomberos, policía o trabajadores de farmacias o supermercados que cada día salen de sus casas para luchar en esta guerra contra la Covid-19.
En medio de todas estas muestras de solidaridad, sorprende leer los mensajes que se han encontrado algunos de estos profesionales en sus propias viviendas en las que sus vecinos les piden que se busquen otro lugar donde vivir mientras dure esta pandemia para evitar que los contagien.
Otro de los casos que han denunciado en las redes sociales ha sido el de Miriam Armero, empleada de un supermercado que explica que se encontró un mensaje anónimo en su casa: “Somos tus vecinos y queremos pedirte por el bien de todos que te busques otra vivienda mientras dura esto ya que hemos visto que trabajas en un supermercado y aquí vivimos muchas personas. No queremos más riegos”, reza la nota.
Miriam no se ha callado ante los que califica de “valientes” por dejar una “nota anónima” bajo su puerta y le ha pedido “menos aplausos a las 20h y más empatía” a sus vecinos a quienes recuerda que “no tienen que darle lecciones de limpieza” porque es consciente del riesgo que supone y de las medidas higiénicas que debe tomar antes de abrazar a su hijo de diez años.
La respuesta ha sido compartida en su perfil de Facebook junto con un video en el que explica esta dolorosa experiencia y cómo su hijo encontró la nota que sus vecinos pasaron bajo la puerta de su casa cuando ambos estaban dentro.
Los vergonzosos carteles de estas viviendas se han extendido rápidamente por las redes sociales y son muchos los que critican la hipocresía de una sociedad que sale al balcón a las ocho para aplaudir a la misma persona a la que le piden, por egoísmo, que se vaya de su propia casa.