Cuando cristianos y judíos celebran sus respectivas pascuas, y musulmanes pronto comenzarán el mes sagrado del Ramadán, António Guterres llama a las distintas religiones a unirse frente al enemigo común del COVID-19
NACIONES UNIDAS.- El Secretario General de la ONU instó a los líderes religiosos de todas las religiones a unir fuerzas y trabajar por la paz en todo el mundo y centrarse en la batalla común para derrotar a COVID-19.
António Guterres hizo el llamado en un comunicado emitido este sábado, cuando cristianos y judíos celebran sus respectivas pascuas, y musulmanes pronto comenzarán el mes sagrado del Ramadán.
«Siempre hemos sabido que estas ocasiones son momentos de comunidad. De familias que se unen. De abrazos y apretones de manos y de la reunión de la humanidad. Pero este es un momento como ningún otro«, dijo.
A nivel mundial, los casos de COVID-19 ascienden a 1,6 millones y casi 100.000 personas han fallecido, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La nueva enfermedad del coronavirus ha dado paso a lo que el titular de la ONU describe como «un mundo extraño y surrealista». Las calles están en silencio, las tiendas cerradas y los lugares de culto vacíos en un esfuerzo por contener la propagación.Líderes Religiosos. Foto UN/Rick Bajornas
También es un mundo donde «estamos preocupados por nuestros seres queridos que están igualmente preocupados por nosotros», continuó, antes de preguntarse «¿cómo celebramos en un momento como este?«
Al comienzo de este período sagrado, el Secretario General alentó a las personas de todo el mundo a usar la crisis como un momento para la reflexión, el recuerdo y la renovación.
«Mientras reflexionamos, dejemos un pensamiento especial para los heroicos trabajadores de salud en la primera línea que luchan contra este terrible virus, y para todos aquellos que trabajan para mantener nuestras ciudades y pueblos en marcha», afirmó Guterres.
Este es también el momento de recordar a «los más vulnerables de los vulnerables en todo el mundo«: personas en zonas de guerra, campos de refugiados, barrios marginales y otras áreas menos equipadas para combatir el virus.
«Renovemos nuestra fe el uno en el otro y saquemos fuerzas del bien que se está acumulando en tiempos difíciles a medida que las comunidades de diversas religiones y tradiciones éticas se unen para cuidarse unos a otros», agregó.
«Juntos, podemos vencer y venceremos este virus, con cooperación, solidaridad y fe en nuestra humanidad común», concluyó.