A. A. C. C., de 61 años y vecino de Jove, se entregó a los agentes tras una hora de negociación en la que incluso amagó con pegarse un tiro
P. SUÁREZ. EL COMERCIO.– Tras más de una hora de negociación, no exenta de momentos de tensión, agentes de la Policía Nacional lograron reducir en la tarde de ayer a A. A. C. C., vecino de Jove de 61 años que, atrincherado en su casa, amagaba con pegarse un tiro tras amenazar a su esposa e hijos. Los hechos ocurrieron pasadas las cinco de la tarde, cuando una mujer alertaba a los servicios de emergencias de que su marido había adquirido un comportamiento agresivo y se encontraba fuera de sí en posesión de varias armas, alguna de ellas, de fuego. Esta persona, presa del miedo, aseguraba en la llamada que se encontraba en el interior de la vivienda, de la cual facilitó la dirección.
Inmediatamente, desde la Comisaría de Gijón movilizaron a varias patrullas hacia el lugar de los hechos, la casa número 113 del camino de la Candasina, en el barrio de Jove. A su llegada al chalé, de color blanco y tamaño medio, los agentes presenciaron cómo la mujer corría hacía la puerta y les alertaba de forma vehemente de que su marido se encontraba dentro. Tras tranquilizarla, los policías comprobaron aliviados que, pese al estado de nervios que presentaba, esta se encontraba ilesa y sin indicios de haber sufrido agresión física alguna.
Por su parte, dentro de la vivienda, su marido, que ya se había percatado de la presencia policial, continuaba profiriendo toda clase de gritos y asomaba por la ventana un arma de apariencia similar a una escopeta recortada. Pese al intento de los agentes por calmarle, el hombre, que no paraba de gritar que lo dejasen en paz, se mostraba muy agresivo y amenazaba incluso con pegarse un tiro.
Detención y traslado
Finalmente, tras más de una hora de negociación en la que los policías trataron de convencerle de que no le iba a pasar nada si se entregaba de forma pacífica, el hombre accedió a salir de la vivienda desarmado. Una vez en el exterior, los agentes procedieron a esposarle e intervenir la escopeta, así como otras dos armas sobre las que ya había alertado su mujer con anterioridad. En vista de la actitud que había mostrado durante la intervención y de cara a descartar que el arrestado sufriese de alguna patología, la Policía decidió su traslado al área de salud mental del Hospital de Jove, a escasos metros de la vivienda, para que se le realizase una evaluación por parte de los facultativos que determinase los siguientes pasos.