EFE.- El Tribunal de Justicia Deportiva de Río Grande do Sul (sur de Brasil) quitó nueve puntos al club Esportivo por unos insultos racistas de sus hinchas a un árbitro y decretó su descenso a la segunda división regional, informaron medios locales. El fallo del tribunal de apelación también le acarreó una multa de 30.000 reales (unos 13.636 dólares) y el castigo de no poder jugar en casa en seis partidos.
El caso se refiere a los insultos racistas contra el árbitro Marcio Chagas durante un partido del campeonato regional de Río Grande do Sul, contra el Veranópolis, ocurrido el pasado marzo en la localidad de Bento Gonçalves. Los insultos racistas fueron criticados por las autoridades brasileñas y la jefa de Estado, Dilma Rousseff, recibió en el palacio presidencial de Planalto a Chagas y también al jugador Tinga, del Cruzeiro, que soportó injurias racistas en otro partido.
En un primer juicio, el Tribunal de Justicia Deportiva impuso una pena blanda al Esportivo, un castigo de cinco partidos jugando fuera de casa, pero el caso volvió hoy a la corte en una apelación. El Esportivo tiene derecho de apelar al Superior Tribunal de Justicia Deportiva (STJD), que depende de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).