Un joven universitario denuncia la brutal agresión que sufrió en plena calle. Una pandilla latina propinó golpes a la víctima hasta dejarla semiinconsciente en el suelo
JAVIER MARTÍNEZ. EL PERIÓDICO.- Una paliza gratuita en plena calle. Un joven universitario de 23 años resultó herido en la madrugada del domingo en Valencia al ser agredido por una pandilla latina sin mediar palabra ni provocación alguna. La víctima recibió patadas, puñetazos y un botellazo en la cara tras ser rodeado por cuatro individuos cuando se disponía a cruzar la avenida de Blasco Ibáñez. Como consecuencia de la brutal paliza, Juan V. quedó tendido en el suelo en estado de semiiconsciencia y fue auxiliado por dos amigos, que también fueron agredidos por los violentos jóvenes.
«Los atacantes buscaban causar el mayor daño posible a mi hijo y creemos que su intención era robarle el móvil o el poco dinero que llevaba», afirmó el padre de la víctima. «Sus amigos estaban a pocos metros por fortuna y acudieron gritando para socorrerle», añadió. También le ayudaron tres jóvenes de raza gitana que pasaban por el lugar y fueron testigos de la agresión.
«Según me comentaron mis amigos, cuatro niñatos me dieron una paliza sin mediar palabra. Me atacaron por la espalda y apenas los vi», explicó el joven. Tras quedarse rezagado unos metros cuando su grupo cruzaba la avenida de Blasco Ibáñez, Juan apenas pudo defenderse y recibió el primer botellazo en la boca.
«Cuando se dieron cuenta de que no estaba solo fueron a pegar a mis dos amigos con las botellas rotas y piedras», señaló la víctima. Uno de los agresores sudamericanos golpeó la botella en el suelo y la empuñó para atacar a otro de los jóvenes universitarios, pero este paró el golpe con su brazo y resultó herido leve. Poco después, la pandilla huyó cuando vio las luces azules de un coche patrulla de laPolicía Nacional.
Persiguieron a los agresores
Los jóvenes de etnia gitana ayudaron a la víctima a levantarse y también persiguieron a los agresores, aunque no los alcanzaron. «Al hospital me llevó uno de mis amigos en su coche, pero no recuerdo nada de mi ingreso porque perdí el conocimiento cuando me dieron el botellazo. Solo me acuerdo de algunos momentos cuando hablaba con la policía y estaba tumbado en la camilla», afirmó el joven, que estuvo hospitalizado dos días.
Juan necesitó atención médica por las lesiones que sufrió en la mandíbula, varios dientes y la nariz. «Gracias a la rápida reacción de mis amigos no tengo heridas más graves», agregó en la denuncia que presentó en el juzgado de guardia.
La víctima no recuerda si la policía pidió una ambulancia y no tiene constancia de que realizara diligencias sobre la agresión, por lo que acudió el pasado lunes a la Ciudad de la Justicia de Valencia y denunció los hechos para «el esclarecimiento del delito de lesiones y el castigo de los culpables».
El joven insiste en que no hubo ninguna provocación ni discusión previa a la paliza. Tampoco conocía a los atacantes y por ello cree que el móvil de la agresión podría ser un robo, aunque frustrado por la rápida ayuda de sus amigos -un licenciado en Derecho y un opositor a policía- y los tres jóvenes de etnia gitana.
«Esta pandilla seguirá agrediendo a más gente hasta que la policía los detenga, y por eso presentamos la denuncia en el juzgado de guardia. Quizás puede haber grabaciones de alguna cámara de seguridad que permitirían identificarlos», manifestó el padre de la víctima.
Actuación policial
Los hechos ocurrieron sobre las cuatro de la madrugada del sábado al domingo a la altura del número 126 de la avenida de Blasco Ibáñez. Los agresores huyeron corriendo en dirección al centro de Valencia, según los testigos. La patrulla de la Policía Nacional que acudió al lugar realizó una batida por la zona, pero no localizó a los violentos individuos. Los agentes tomaron los datos personas de las víctimas antes de que llevaran a Juan al Hospital Casa Salud para que recibiera atención médica.
«Uno de los policías nos dijo que esa misma noche una pandilla había pegado una paliza a otro joven, y creían que podrían ser los mismos que nos atacaron a nosotros», explicó José E., otro de los chicos agredidos. «A mí también me dieron un puñetazo y quedé aturdido unos segundos», añadió el joven.
«Las agresiones de bandas latinas son cada vez más frecuentes en Valencia y muchas veces quedan impunes. Usan la violencia de forma desproporcionada por diversión o para robar», aseveró el padre de Juan. «Creo que los ciudadanos nos merecemos vivir con más paz y seguridad en nuestras calles. Estos individuos tan violentos no se adaptan ni quieren adaptarse y sus actos son propios de una animalización social», agregó con enojo.
Según el parte médico, Juan sufrió varios traumatismos y contusiones en la cara, concretamente en la nariz y el maxilar superior, y en la zona torácica. «Ahora nos queda superar las secuelas psíquicas, además de las lesiones físicas. La verdad es que no estamos preparados para esta violencia gratuita», aseveró la víctima. Tras recibir el alta médica y recuperarse en su casa de las lesiones, el joven trata ahora de pasar página y reanudar sus estudios en Madrid, donde está realizando un máster de acceso a la abogacía.