Guterres llama a silenciar las armas para hacer frente a la pandemia
LA VANGUARDIA.- El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha pedido “un alto el fuego inmediato, en todos los rincones del mundo” para concentrarse en la lucha contra el Covid-19. “Es hora de dejar atrás los conflictos armados y centrarse juntos en la verdadera batalla de nuestras vidas”, ha dicho Guterres en una conferencia de prensa virtual.
No citó a ningún país en concreto pero avisó de que las naciones golpeadas por guerras, con sistemas sanitarios destruidos y con multitud de desplazados y refugiados, son especialmente vulnerables. Siria, que suma ya casi diez años de guerra civil, cuenta desde el lunes con su primer caso registrado de coronavirus, y la pandemia ha llegado también a otros países en conflicto como República Democrática del Congo o Afganistán.
“Deponed las armas, silenciad los cañones, poned fin a los bombardeos aéreos”, exhortó, subrayando que es crucial para que se puedan establecer corredores de ayuda humanitaria “que salvarán vidas”. “Acabemos con la plaga de la guerra y luchemos contra la enfermedad que asola nuestro mundo. Esto comienza por el cese de los combates. En todas partes. De inmediato”, insistió el secretario de la ONU.
La semana pasada Guterres hizo un llamamiento a la solidaridad con los países pobres y vulnerables del planeta par evitar “millones de muertos”. El miércoles se espera que la ONU lance un plan de respuesta humanitaria mundial a la pandemia, con un llamamiento a financiar un fondo dedicado al Covid-19 con cerca de 2.000 millones de dólares.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) preparan un plan con los países que albergan campos de refugiados o de desplazados para “evitar la violencia” y “limitar el impacto” de la pandemia.
Guterres indicó que acababa de enviar una carta a los dirigentes del G-20 para pedir “un coordinación más fuerte” para hacer frente a la enfermedad y asegurarse que la respuesta no esté limitada a los países desarrollados sino que también haya un “máximo apoyo al mundo en desarrollo”. El objetivo no es como durante la crisis económica del 2008 de rescatar las cajas sino “mantener las sociedades a flote en circunstancias muy difíciles”, dijo.