Anderson Avisai Gutiérrez enfrenta la deportación tras ocho meses en aislamiento en detención de ICE. En diciembre intentó quitarse la vida. Ahora demandan al Departamento de Seguridad Nacional por descuidar su salud mental, que ha ido deteriorándose día a día.00:18 /02:32
BELISA MORILLO. TELEMUNDO.- Grupos proinmigrantes han presentado una querella formal a la oficina de derechos y libertades civiles del Departamento de Seguridad Interna (DHS, en inglés) a favor del guatemalteco Anderson Avisai Gutiérrez, detenido por el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés) desde hace 13 meses, ocho de ellos en aislamiento, en el centro de detención de Richmond, Louisiana.
Las tres organizaciones demandantes, Freedom for Immigrants, Southern Poverty Law Center y el Centro de Educación y Aplicación de Derechos Civiles (CREEC por sus siglas en inglés), exigen a ICE que liberen a Gutiérrez inmediatamente. Aseguran que se han violado sus derechos civiles y constitucionales al mantenerlo en detención prolongada y en aislamiento, una situación que condujo a la desesperación a Gutiérrez. El 18 de diciembre de 2019, después de otro aplazamiento de su caso ante la corte de inmigración, el inmigrante guatemalteco atentó contra su vida, adelantó Noticias Telemundo.
Noticias Telemundo Investiga mantuvo constante comunicación con Gutiérrez desde noviembre de 2019. El 5 de diciembre, Gutiérrez aseguraba que soñaba con encontrarse con su familia: “Dios no quiera que me deporten. Yo quisiera quedarme aquí con mi familia en Estados Unidos. Eso es lo que anhelo. No puedo vivir en Guatemala”.
Gutiérrez tiene 28 años. Salió de Guatemala en febrero de 2019, huyendo de la violencia de su país y de las amenazas de muerte que recibió. Tiene familiares en Estados Unidos, residentes y ciudadanos, por eso quiso reunirse con ellos cuando tuvo que escapar de una muerte que creía segura.
Con el transcurrir de las semanas, aislado en su celda, el inmigrante guatemalteco comenzó a dar muestras de su deterioro anímico. Ya hablaba de suicidio y de sus razones para vivir o morir:
“El ser humano es capaz de hacer cualquier cosa. Nada más falta que le den el empujoncito para que lo haga. Y yo estaba siendo empujado a ese abismo… El ser humano puede soportar muchas cosas siempre y cuando haya un ‘por qué’. Para mí, ha sido mi familia, mis niñas, mi mamá”.
También lo mantenía en pie la confianza que tenía en la resolución de su caso ante la corte de inmigración del 18 de diciembre de 2019, pero el día anterior aplazaron la audiencia y Gutiérrez no pudo más.
Consiguió una cuchilla de afeitar y se hizo un corte en el brazo izquierdo que requirió su traslado a un hospital cercano donde lo internaron durante cinco horas y lo regresaron a su celda en el centro de detención con seis puntos en el brazo.
Horas después de intentar quitarse la vida, Gutiérrez se comunicó con Noticias Telemundo Investiga. “ Es mejor morir que estar aquí más tiempo. Lamentablemente, se dieron cuenta a tiempo cuando me estaba cortando y fueron y lo impidieron”, dijo al teléfono con apenas fuerzas en su voz.
“Lo devolvieron a la misma celda que provocó su desesperación”, denuncia Maia Fleischman, abogada del Southern Poverty Law Center, una de las organizaciones demandantes.
Sofia Casini, coordinadora regional de Freedom for Immigrants, otro grupo demandante, señala que los guardias lo maltrataban aun cuando él estaba dando todas las señales de advertencia de que la experiencia de la soledad lo estaba destruyendo. Su salud mental se estaba deteriorando y, sin embargo, aún se negaban a tomar medidas para liberarlo a su familia o liberarlo a la comunidad o transferirlo a otra instalación.
“ICE ha renunciado a la responsabilidad del cuidado de Anderson”
“Ya llevo un año y un mes encerrado. Ojalá que con esto nuevo que están haciendo se les ablande el corazón y me dejen salir en libertad”, confía Gutiérrez en la queja presentada.
Durante su detención en aislamiento sólo puede salir una hora al patio, se le niega acceso constante a una ducha y veces a algunas de las tres comidas al día.
En junio de 2019, Gutiérrez solicitó ser trasladado a una celda individual tras ser hostigado por sus compañeros porque roncaba. Sin embargo, la instalación negó ese arreglo. A cambio, el personal colocó a Gutierrez en aislamiento.
Las organizaciones querellantes aseguran que Gutiérrez fue acosado y herido por los guardias de Richwood Correctional Center y que el aislamiento prolongado está teniendo un impacto irreparable para la salud psíquica y física de Gutiérrez.
“ICE no está equipado para proporcionarle un cuidado de la salud adecuado. Su solución fue ponerlo en encierro solitario, aislado durante 23 horas al día sin contacto humano”, insiste Feischman.
El inmigrante guatemalteco estuvo cerca de un año en el centro de Richwood Correctional center en Louisiana. El 26 de febrero de 2020 lo trasladaron a La Salle Processing Center en Jenna, a 60 millas al sur del mismo estado. A este último centro pasó a custodia en aislamiento bajo castigo. La Salle Processing Center está gestionado por otra compañía privada, GEO Group.
“Solicitamos su liberación inmediata porque está claro que ICE ha renunciado a la responsabilidad del cuidado de Anderson. Sus contratistas -en referencia a las compañías privadas que gestionan los centros de ICE- carecen de la capacidad de cuidar a personas con problemas de salud mental.” insistió Fleischman.
Los demandantes piden se abra una investigación a ambos centros por sus prácticas de confinamiento solitario, que califican de abusivas. Aseguran que el caso de Gutiérrez no es único. Roylan Hernández Díaz, un cubano solicitante de asilo murió en octubre de 2019 en el centro de Richwood, dos meses antes del intento de Gutiérrez. Su muerte está siendo investigada como posible suicidio.
“Es ilegal, según la Constitución, bajo la ley federal de discapacidad, segregar a alguien únicamente en función de su discapacidad, asegura Elizabeth Jordan, del CREEC.
El documento denunciante cita las leyes federales y los estándares de detención de ICE prohíben la discriminación por discapacidad. En este caso, por el problema respiratorio de Gutiérrez que provoca que ronque mientras duerme.
Jordan asegura que es urgente que lo liberen o lo pongan en condiciones menos restrictivas.
“¿Qué puede uno esperar cuando ellos ignoraron a un juez federal?”
Tras el intento de suicidio, su abogada Lorena Perez-McGill presentó una solicitud de libertad bajo condición de emergencia que incluía una evaluación psiquiátrica profesional que recomendaba el traslado y hospitalización urgente de Gutiérrez a un centro psiquiátrico comunitario.
“Hicieron caso omiso al mismo psiquiatra que ellos mismos estaban pagando”, dice la abogada.
Perez-McGill afirma que las decisiones de los agentes de ICE son arbitrarias. Y añade que en Louisiana han negado las peticiones de parole a pesar de una orden de un juez federal que exigía se otorgara libertad condicional. (peticiones de parole a los inmigrantes)
Esa petición urgente para liberarlo le fue denegada. Sin embargo, una noticia aún peor le llegaría el 30 de enero. Su solicitud de asilo también le fue denegada y le dieron una orden de deportación. Para agotar todas las instancias, también apeló la orden de deportación.
El 12 de marzo se agotaron todos los recursos legales a través de las cortes de inmigración cuando la Junta de Apelaciones de la Corte de Inmigración negó la apelación para detener su deportación.
Hablamos con Anderson días después de haber llegado al centro de La Salle: “Me dijeron que mi traslado iba ser para mejorar mi condición.” Se rompe en llanto e implora: “Por favor sáquenme de aquí… sáquenme de aquí!”
En agosto de 2019 un grupo de asociaciones en defensa de los derechos humanos, entre ellas Southern Poverty Law Center, presentó una demanda colectiva para denunciar la falta de atención psicológica de los inmigrantes recluidos en centros de detención de ICE.
“Durante el año fiscal 2018, ICE detuvo aproximadamente a 396,448 personas pendientes de su audiencia de inmigración. Muchos podrían haber sido liberados bajo fianza o en libertad condicional, pero la agencia los mantiene detenidos, con un coste diario de $208 por individuo”, señala el colectivo de asociaciones.
“Anderson ha estado teniendo ataques de pánico tan intensos que los describe como si su corazón se parara” , explica Maia Fleischman del SPLC, que visitó a Gutierrez a finales de febrero.
“El daño afecta tanto psicológicamente que uno llega a pensar en quitarse la vida”, reflexionaba Gutiérrez tras el suicidio de Hernández Díaz. Dice que hay que recordar a ese “héroe” porque gracias a él se supo sobre las condiciones que dice se sufre ahí dentro.
Según cifras del gobierno, 21 inmigrantes perdieron la vida en custodia de ICE entre abril del 2018 y febrero de 2020. Siete de ellos murieron por ahorcamiento. Solo una de estas muertes es clasificada como suicidio oficialmente.
ICE respondió ante las alegaciones: Las acusaciones sin fundamento sobre ICE deben tratarse con el escepticismo apropiado que se merecen.
Y nos enviaron la última inspección del centro de detención de ICE de La Salle en Jenna, Luisiana realizada en septiembre de 2019 donde Anderson ha permanecido solo unas semanas.
En una de sus comunicaciones con Noticias Telemundo Investiga, Anderson Gutiérrez describe el momento que más espera cada día, la única hora que le dan al dia para salir de su celda de aislamiento al patio: “Poder sentarme a respirar profundamente con la boca y la nariz a disfrutar del aire fresco hasta querer tragarme todo el oxígeno que existe allí fuera. ¡Ahí siento que mi alma se libera tanto! Es una gran paz y tranquilidad”.