La Asociación de Chinos en España y la Asociación China de Derecho en España valoran la iniciativa. Analizan si es posible tipificar como incitación al odio el mensaje del diputado de Vox
SUSANA YE. CUARTO PODER.- Javier Ortega Smith, secretario general de Vox, fue el primer político español que dio positivo al coronavirus el 10 de marzo. Días antes su partido celebró una Asamblea General Ordinaria con 9.000 asistentes. Su formación pidió disculpas y el diputado fue puesto en cuarentena. Una medida que no le impidió socializar este pasado viernes, día en el que compartió un vídeo sobre cómo vivía estar aislado para evitar contagiar a más gente. “Mis ‘anticuerpos españoles’ luchan contra los malditos virus chinos hasta derrotarlos”, escribió orgulloso.
La Embajada de China condenó pasadas unas horas el mensaje de Ortega Smith: “La Organización Mundial de Salud denominó oficialmente el virus como Covid-19 abogando a referirse a cualquier ubicación geográfica, cultura o población”. Y se posicionó aún más con el siguiente hashtag: #StopRacismo. Y la Asociación de Chinos en España, una de las más activas y con más relación con las instituciones chinas y nacionales, emitió un comunicado al día siguiente para condenar firmemente las palabras de este representante democrático: “Nos sentimos doloridos por el mensaje de odio que el Sr. Ortega Smith ha publicado contra nuestro colectivo”.
“Entendemos que es un mensaje que no aporta nada en estos momentos tan difíciles para España, unos momentos difíciles que la comunidad china vive como propios y contribuye en todo lo posible para superarlos”, recalca la plataforma. Chen Jian Lin, presidente de la Asociación de Chinos en España, valora en cuartopoder la postura de Vox: “Exigimos a Ortega Smith que cuide su forma de hablar y que pida disculpas”, y adelanta, “de no ser así es posible que hagamos un procedimiento legal”. Sobre si ha habido algún tipo de comunicación con este partido político, comenta: “Por ahora no hemos tenido ninguna noticia”.
Más categórica es la reacción de la Asociación China de Derecho en España, operativa desde 2016 y en contacto constante con el resto de plataformas de la diáspora china y con la comunidad china. “Más de cien asociaciones estamos analizando si es viable una querella colectiva a nivel nacional”, comenta al otro lado del teléfono Helena Xia, presidenta de este organismo de abogados. “Entendemos que existen distintas ideologías”, matiza Xia, “pero no por ello podemos dejar de defendernos contra la discriminación y el racismo”.
Ma Shoujie, vicepresidente de la Asociación China de Derecho en España, confirma que ya están en contacto con el exfiscal Caros Aránguez por sus conocimientos en derecho penal. “Nos damos 15 días para ver el respaldo entre la comunidad china, que según una encuesta lanzada por WeChat (el WhatsApp chino) supera el 98% entre los participantes”. “Una vez confirmemos el apoyo y financiación popular, y dado que los juzgados están paralizados ahora, lanzaremos un crowdfunding para sufragar los gastos legales”. Y adelanta: “Calculamos que para abril se podrá iniciar la querella colectiva abierta para que se sumen más plataformas”.
El arranque de esta iniciativa legal, aún en fase preliminar, la asume la Asociación China de Derecho en España por contar con miembros profesionales del ámbito legal. Es además la misma plataforma que hace más de dos semanas ejerció el derecho de petición en nombre del colectivo chino respaldándose en el artículo 29 de la Constitución. Lo hizo para solicitar al Gobierno medidas de prevención por el coronavirus. Esta plataforma también colaboró con el resto de asociaciones para dar apoyo económico y material a los regresados de China que se ponían en cuarentena voluntaria.
Ortega Smith y la condición de aforado
La abogada Kangyun Xiao, que lanzó una campaña de asesoramiento legal en casos de racismo por el coronavirus, explica que Ortega Smith al ser diputado es aforado. “Si actuó cuando ejercía funciones públicas sería inviolable que se le condene”, y aclara, “aunque en este caso está claro que no estaba en su puesto”. Avisa de que iniciar un proceso judicial tiene más sentido una vez acabe el estado de alarma. “En cualquier caso habría que solicitar permiso al Congreso de Diputados para que se le pueda juzgar, un paso que conlleva tiempo”.
“Analizamos si es posible tipificar como incitación al odio el mensaje de Ortega Smith, según el artículo 510 del Código Penal”, añade Ma. “Viendo su historial no es la primera vez que comparte comentarios ofensivos hacia colectivos vulnerables”. “Un señor con poder y alto cargo me ha recordado que soy chino para él cuando tengo un nombre propio, no soy un maldito virus”, comenta Weiweize Lisu, empresario chino residente en España desde 1993. Lisu, miembro del grupo de jóvenes que forma parte de la Asociación de Chinos en España, respalda con rotundidad la posible iniciativa legal de Ma Shoujie. “Si a la comunidad la atacan hay voces para protestar”.
Los entrevistados coinciden en que tomar medidas legales es un modo de comunicar que son ciudadanos de pleno derecho. “Es nuestra obligación defendernos como parte de España”, valora Lisu. “Yo levo más años aquí que en China, quiero estar aquí y tengo todo aquí: mi trabajo, familia y amigos”. “No me quiero ir ni culpar a nadie sino aguantar apoyando a España”, resalta este madrileño adoptivo. “Por un lado hay racismo y por otro lado amamos este país porque es nuestro segundo pueblo”, confiesa Xiaqu.
Cabe destacar que además de estas asociaciones chinas por parte de varios colectivos activistas antirracistas también se posicionan a favor de oficializar un proceso legal por un mensaje que califican de xenófobo. Antonio Liu Yang, impulsor de la popular campaña mediática #NoSoyUnVirus, comunica a cuartopoder que como abogado sopesa junto a otros compañeros presentar una demanda contra Ortega Smith, quien ya ha borrado su mensaje tanto de Twitter como de Instagram. Y contra el actor Santiago Segura, quien ha cerrado su cuenta de Twitter tras escribir hace unos días este mensaje: “Me cago en el puto chino que se comió un pangolín semicrudo y una sopa de murciélago de entrante”