Los vecinos denuncian un incremento de la conflictividad en la zona en los últimos meses
LA VANGUARDIA.- Un gran grupo de jóvenes protagonizó el domingo un pelea multitudinaria en un parque de Langreo, Asturias. “Eran unos niños, se golpeaban con extrema dureza”, afirmó Severina García, vecina de la zona a el medio local El Comercio.
Según los vecinos, la trifulca duró varios minutos y fue extremadamente violenta, con puñetazos, patadas e insultos que dejaron a dos menores de edad heridos. Ambos fueron trasladados al Hospital Valle del Nalón, aunque no se teme por su vida.
“Escuchamos las sirenas de la Policía, dimos media vuelta y nos fuimos porque más adelante había otro grupo de chicos zurrándose”
“Caminábamos por delante de La Montera cuando vimos correr a un chico y a la altura de un coche azul, llegaron otros cuatro o cinco y empezaron a golpearse sin piedad. Al final sangraba mucho, tuvimos algo de miedo”, contaba Antonio Begega a El Comerico.
“Escuchamos las sirenas de la Policía, dimos media vuelta y nos fuimos porque más adelante había otro grupo de chicos zurrándose”, relata. “Rebotaban contra los coches aparcados, de hecho rompieron varios espejos retrovisores. Creemos que los policías les dejaron notas para que fuesen a denunciar”, comenta Severina García.
“Se trata de chicos muy jóvenes no deben llegar a los 18 años, es una pena”
La Policía Nacional procedió a identificar a todos los participantes y dos ambulancias trasladaron a los heridos.
Los vecinos del parque Dorado están acostumbrados a las trifulcas aunque se sienten apenados de que “se trata de chicos muy jóvenes no deben llegar a los 18 años, es una pena”, afirma Celestino Muñiz, que pasa por allí todos los días.
Reclaman más presencia policial en el barrios de Sama. “Cuando hay algún suceso o cuando protestamos vienen unos días, pero después tardamos en ver a los policías por la zona”, critica Muñiz.
La policía investiga ahora el motivo de la pelea y busca evitar nuevas trifulcas en el futuro. La zona del parque Dorado ha experimentado un incremento muy rápido de la conflictividad, lo que llevó al ayuntamiento de Langreo a cerrar los baños públicos en 2019.