NUEVECUATROUNO.- Tras una semana donde los casos de personas contagiadas por el COVID-19 en La Rioja se han disparado hasta superar el centenar de afectados, el foco principal sigue estando en Haro. Allí, la Asociación Gitana ‘La Kel del Caló’ ya manifestó su rechazo a «las acciones que están promoviendo el odio hacia esta comunidad».
Mientras, desde la capital, la Comisión de Convivencia de los barrios de Madre de Dios y San José también ha alzado la voz: «A estas alturas, a casi todo el mundo le habrá llegado algún mensaje en el que el contenido, más o menos explícito, es que los gitanos están expandiendo el coronavirus y hay que alejarse de ellos. Lo que no se nos ocurriría decir en relación con, por poner un ejemplo, las alavesas, los madrileños, las payas o los usuarios del transporte público, se dice con total naturalidad de la población gitana, sin ningún fundamento diferente al que habría para referirse a estos otros colectivos.
«En estos momentos tan proclives a la histeria colectiva, la comunidad gitana es una candidata perfecta para canalizar los miedos hacia ‘los otros’, ‘los diferentes’. En este mundo interconectado cada persona es una potencial difusora de bulos o mensajes racistas o un ariete contra la discriminación y el racismo», apuntan desde la junta directiva de la Asociación de Vecinos de Madre de Dios.
Por eso apela al raciocinio: «Antes de difundir una información no contrastada, evita difundir cualquier mensaje que se refiera a colectivos enteros que siempre están cargados de los prejuicios que han arraigado nuestra cultura y contra los que es necesario rebelarse porque la comunidad gitana es extraordinariamente diversa, como lo somos todas».