Un grupo de dirigentes y militantes de Ciudadanos se vio obligado ayer a abandonar la manifestación entre empujones y escupitajos
Movimiento contra la Intolerancia ha condenado los “agresivos incidentes de odio, cometidos por minorías radicalizadas contra Ciudadanos durante la manifestación feminista del 8 de marzo en Madrid”.
Ayer, la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, junto con otros miembros del partido, entre los que se encontraban Edmundo Bal, César Zafra, Marcos de Quintos, Marta Rivera de la Cruz, Sara Giménez y Miguel Gutiérrez, abandonaron la marcha del 8M después de que un grupo numeroso de personas, entre gritos y empujones, les increpara para que se marcharan.
La Policía Nacional recomendó a los miembros de Ciudadanos que, por seguridad, la abandonaran.
A la altura de la Plaza de Neptuno y al grito de “fuera fascistas de nuestros barrios”, manifestantes empezaron a empujar y a escupir a los representantes del partido consiguiendo finalmente que la abandonasen.
La asociación ‘Movimiento contra la Intolerancia’, que preside Esteban Ibarra, ha publicado hoy un comunicado denunciando estos hechos y reclamando la “erradicación” de estas conductas.
“En un contexto plausible y de gran movilización social por las reivindicaciones de igualdad y libertad de la mujer, hemos podido ver y comprobar cómo grupos de personas, desde su radicalización extremista, impedían el ejercicio de libertades públicas y derechos fundamentales de manifestación” a miembros de Ciudadanos, critica Esteban Ibarra.
Destaca que “es inaceptable que se obstaculizara su participación, se les amenazara e insultara, y a empujones, les obligaran a retirarse, vulnerando gravemente su derecho a participar en la manifestación”.
Apunta que “el bloqueo de su marcha” en la manifestación, la “hostilidad y amenazas” obligaron a que miembros y simpatizantes de Cs tuvieran que retirarse escoltados por las Fuerzas de Seguridad”.
Movimiento contra la Intolerancia denuncia que es “un vergonzoso incidente de odio por motivos ideológicos, protagonizado por minorías radicalizadas”, y destaca que podría incurrir en la infracción del 514.4 del Código Penal, destinado a sancionar a quien impide el derecho de manifestación o la perturba gravemente.
Movimiento contra la Intolerancia señala que “en España, al igual que en otros países, se cometen numerosos incidentes de odio basados en la intolerancia por diferentes motivos”, y advierte de su “crecimiento continuado por motivos ideológicos”.
Destaca que esto “debe suponer para todas las entidades e instituciones que defienden los derechos humanos, razón suficiente para reaccionar y condenar estas acciones”.
Añade que “peligrosamente también se extienden como un comportamiento contrario a la convivencia democrática”.
Esta asociación hace un llamamiento “a la sociedad civil, instituciones democráticas y en especial a entidades y partidos organizadores de esta manifestación para que rechacen estas conductas y contribuyan a su erradicación”.
“Los movimientos sociales democráticos no pueden aceptar estos comportamientos agresivos de odio e intolerancia, ni guardar un silencio cómplice, ni entrar en dobles raseros y demonizaciones”, destaca.
Afirma que “corremos el peligro de que la intolerancia penetre en los movimientos sociales dañándoles”.
Esteban Ibarra indica que “el movimiento feminista siempre ha sido expresión de lucha transversal e incluyente” y que este tipo de grupos minoritarios que ayer protagonizaron los incidentes obran en sentido contrario al verdadero espíritu del movimiento feminista.
Resalta que “aunque es lícito criticar, disentir, manifestar opinión, incluso gritando; no lo es atacar la dignidad y los derechos, porque esto entra en el terreno de lo ilícito que debemos impedir en todos los campos sociales”.
Por último, hace hincapié en que “la libertad de expresión no es libertad de agresión”.