Casi la mitad de los delitos en Cantabria fueron por temas de racismo o xenofobia
EFE. ELDIARIO.ES.- La denominación delitos de odio se refiere a infracciones penales en las que las víctimas lo sean por su pertenencia a grupos con características específicas, como la raza, origen nacional, lenguaje, religión, discapacidad, sexo, orientación sexual o nivel económico.
Naciones Unidas o la Unión Europea recomiendan atender específicamente estos casos con legislación especial al afectar a colectivos más vulnerables.
Por eso existen unidades específicas en la Policía y el Ministerio de Interior elabora una estadística en la que se recopila.
Las dos últimas que han trascendido afectan a los años 2017 y 2018, último este del que existe estadística oficial.
Los anteriores que conocíamos eran los de 2016, y fueron en total 17: de ellos, 5, la mayor cifra, fueron por casos de discapacidad; otros cinco por racismo o xenofobia, tres por orientación sexual; tres por discriminación de género y uno por ideología.
Tras ese año, en 2017 fueron sólo tres casos: uno por racismo y dos por sexo o género. La tasa de delitos de odio en Cantabria fue de 0,5 por cada 100.000 habitantes, la más baja de todo el país.
Pero en 2018 se ha producido un repunte: en total, se han detectado 14 delitos de odio (más que los de 2017, pero menos que los de 2016).
Y de ellos la mayor cantidad, seis casos, lo fueron por motivos de racismo. Tres lo fueron por sexo o género, dos por aporofobia (denominación para el odio por pobreza), una por religión y otro por orientación sexual.
Con estas cifras, la tasa de delitos de odio en Cantabria se sitúa en 2,4 por cada 100.000 habitantes, por encima de la media nacional que es de un 2.
Sigue siendo una cifra baja, en novena posición, por debajo de Cataluña, La Rioja, Melilla, País Vasco, Madrid, Asturias, Baleares o Valencia.
Las tasas más bajas están en Ceuta (0); Murcia, Navarra, Extremadura y Canarias (comparten un 1,5) y Castilla-La Mancha y Galicia (1,6). Cantabria se mueve en cifras similares a comunidades como Castilla-León, Aragón o Valencia.
En 2017 sólo se produjo una detención, por temas de racismo, y en 2018 hubo nueve detenciones (cinco por racismo). Veníamos de un 2016 en el que no se produjo ninguna.
Sí que se ha experimentado una variación significativa en la proporción de casos de racismo respecto al total de delitos de odio: en 2016 no llegaban a la tercera parte, y en 2018 suponen un 42,86 por ciento de los casos totales, con un incremento de un 13,45 %.
El último informe anual de la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia hace hincapié en que la situación del discurso de odio online se ha increcentado con la viralización de las llamadas fake news o los bulos, que en la mayoría de los casos están diseñadas para crear una imagen distorsionada de grupos minoritarios vulnerables, advirtiendo de que los discursos de odio lleva a la violencia.
NO TODOS LOS DELITOS DE ODIO SE DENUNCIAN
En la última Memoria de actividad, la Fiscalía Superior de Cantabria advertía de que no todos los delitos de odio se clasifican como tal y a veces quedan registrados como lesiones, sin atender a las circunstancias específicas de la víctima.
La Fiscalía también ha advertido en otras ocasiones de las reticencias judiciales a tipificar casos como delitos de odio (un juez cántabro no lo consideró, por ejemplo, en una agresión a una pareja al grito de “maricones”).
Colectivos que defienden los derechos humanos y la diversidad vienen advirtiendo de la necesidad de denunciar las agresiones e incidentes, además de por la búsqueda de justicia y consecuencias para los agresores o reparación para las víctimas, pero también para que queden registrados y las estadísticas reflejen más fielmente la verdadera dimensión del problema.
Es lo mismo que han hecho en Cantabria víctimas de delitos de odio, como Jaime Ferreiro, que hace varios años sufrió una agresión mientras estaba con su pareja, un chico, y que instó desde su canal de You Tube a denunciar estos hechos siempre que se produzcan, porque si no, “ganan ellos”.
Desde ALEGA Cantabria se advertía recientemente de que un 80% de las agresiones por motivo de orientación sexual no se denuncian.
Los teléfonos de contacto para denunciar son
- Guardia Civil: 900 101 062
- Policía Nacional: 900 100 091