División de opiniones en Sant Pere de Vilamajor, municipio al que se desplazarán los jóvenes tutelados
FEDE CEDÓ. LA VANGUARDIA.- El anuncio de la dirección general de Atenció a la Infància i l’Adolescència (DGAIA) de trasladar una veintena de menores migrantes tutelados de la casa de colonias Can Brugarola de Canet de Mar (Maresme) a una residencia de inserción laboral en Sant Pere de Vilamajor (Vallès Oriental) ha suscitado controversia en ambas poblaciones. En la población vallesana, un numeroso grupo de vecinos se opone a la llegada de los menores “para que no nos pase lo que sucedió en Canet”, aludiendo a supuestos conflictos raciales. Mientras, en el municipio del Maresme varias entidades consideran que el traslado “es un desarraigo” desaconsejable para la futura integración de los jóvenes.
A una mayoría de los vecinos de Sant Pere de Vilamajor, una población del Vallès Oriental con poco más de 4.000 habitantes gobernada por ERC y un grupo independiente, no les seduce la idea de trasladar los menores del Maresme a este municipio. Acusan al Ayuntamiento y a la Generalitat de haber ocultado sus intenciones y de decidir acoger a los menores sin tener en cuenta la opinión de los vecinos. “Nos enteramos por un comunicado por internet”, lamentan. “Igual que hicieron en Canet, informan cuando la decisión ya está tomada”, critican.
En Canet, la Associació Amb Papers es contraria a la reubicación de los menores
“Un pueblo tan pequeño como el nuestro no puede pasar por lo que sucedió en Canet de Mar cuando llegaron los menores”, apuntan los más críticos atribuyendo incidentes a los jóvenes magrebíes. Otros insisten en que “no estamos preparados para acoger a tantos niños” teniendo en cuenta que “no tenemos ni policía local, sólo unos cuantos vigilantes que no pueden realizar detenciones”. La masía que el Departament de Treball i Famílies ha alquilado está muy próxima al instituto de secundaria, lo que genera más temores por los conflictos que puedan generar los recién llegados con los jóvenes de la localidad.
Durante el encuentro informativo público que el Ayuntamiento de Sant Pere de Vilamajor organizó para dar detalles sobre la llegada de los menores se produjeron situaciones de gran tensión y agresividad cuando algunos de los presentes atribuyeron al colectivo de jóvenes migrantes hechos delictivos y proclamaron que se producen incrementos del índice delincuencial en aquellos puntos donde se han alojado los menores.
El Ayuntamiento, la Generalitat y la cooperativa Eduvic, que gestiona el centro, piden la colaboración ciudadana para promover la integración de los jóvenes. Según la DGAIA, el reducido grupo que se alojará en Sant Pere de Vilamajor está formado por chicos que hace más de un año que están en Catalunya y conocen el idioma. Consideran que un ambiente rural es más propicio para integrarlos que un emplazamiento urbano.
En Canet, en cambio, la Associació Amb Papers es contraria a la reubicación de los menores, alguno de los cuales se trasladará a la residencia del Vallès, mientras que otros permanecerán en pisos tutelados. La entidad denuncia “la constante movilidad a la que están expuestos” los jóvenes y exige que deben quedarse en un punto de origen ya que el sentimiento de pertenencia es un paso fundamental para su desarrollo personal. “Aquí tienen amigos y han creado su propio ambiente”, aducen, a pesar de la polémica de estar instalados en una casa de colonias propiedad de la alcaldesa, Blanca Arbell, lo que ha generado numerosos recelos.