El joven relata que le pegó por besarse con su pareja en los lavabos del local y mientra les gritaba: «¡Maricones!». El ayuntamiento lamenta los hechos y prohibe al local abrir más allá de las cuatro de la madrugada
ELISENDA COLELL. EL PERIÓDICO.- Un joven homosexual vecino de Esparreguera (Baix Llobregat) ha denunciado ante los Mossos d’Esquadra haber sido agredido por un vigilante de seguridad de la discoteca LTN Club, de la mismalocalidad, por besarse con su pareja en los lavabos del local y mientras les gritaba: «¡Maricones!». Tras el incidente, el consistorio de la localidad ha restringido las horas de apertura del local hasta las cuatro de la madrugada.
Los hechos sucedieron la noche del pasado sábado, día 8 de febrero, cuando los dos jóvenes se estaban besando en un compartimento del lavabo de la discoteca LTN Club. Según el relato de la víctima, el vigilante forzó la puerta y dijo «acto sexual» por radioemisora. Luego «cerró el pestillo y me dio hasta cuatro bofetadas mientras gritaba ‘maricones'», ha explicado la víctima, Jordi, a El Periódico. «A cada golpe que me daba, me caía al suelo«, ha relatado el joven de 21 años, que en todo momento trató de «calmar al vigilante y salir del lavabo», pero este siguió pegando a la víctima, causándole heridas en la cabeza.
El joven trató de salir del aseo, a lo que el vigilante le respondió «o te callas o te doy un cabezazo», ha expuesto la víctima. Al fin, los responsables de la discoteca se dieron cuenta de lo ocurrido. «Nos ofrecieron un pase VIP en el local para que no denunciáramos», relata. Una propuesta que Jordi se negó a aceptar. Ya a la salida, donde había presencia de agentes de la Policía Local de Esparraguera, el joven lamenta que en ningún momento identificaron al agresor. «Algo habréis hecho», dice que les espetaron los agentes plena calle.
La víctima ha presentado una denuncia a los Mossos d’Esquadra, acompañado de un parte médico donde se exponen las lesiones sufridas. «Esto no puede volver a ocurrir, llevo muchos años luchando por los derechos de las personas LGTBI, me toca plantar cara, ir a por todas y hacer que paguen muy cara esta agresión homófoba«, expone Jordi. «Toda la gente que vio la agresión le pareció surrealista, no nos podemos quedar con las manos cruzadas», sostiene.
Sin reglamento
En declaraciones a El Periódico, el presidente del Observatorio contra la Homofobia (OCH), Eugeni Rodríguez, ha calificado los hechos de «muy graves» y ha asegurado que el trabajador de seguridad «vulneró el derecho afectivo-sexual a manifestarte con otra persona como quieras». Seis años después de aprobar la ley catalana contra la homofobia, Rodríguez lamenta que el Govern aún no haya desplegado el régimen sancionador del texto. «Pedimos que la Generalitat actúe con contundencia para hacer frente a esta lacra, a este repunte de agresiones homófobas que estamos sufriendo en Catalunya», ha criticado Rodríguez.
Prohibición de apertura
Por su parte, el alcalde de Esparreguera, Eduard Rivas, en declaraciones a este diario, ha mostrado su rechazo a estos hechos. «Es un anacronismo lamentable», ha expuesto a El Periódico. Sin embargo, ha insistido que, por lo que hace referencia al local de ocio, «llueve sobre mojado». «En los últimos meses ha habido un aumento objetivo de hurtos y robos durante las horas de apertura de esta discoteca», ha expuesto. «Los trabajadores del polígono donde se ubica la discoteca tienen miedo», ha criticado el alcalde. Por todo ello, el consistorio ha aprobado hoy un decreto donde obliga la discoteca a cerrar dos horas antes del horario permitido. En vez de cerrar a las seis de la mañana, el consistorio les ha obligado a cerrar a las cuatro de la madrugada.