Cerca de Mestalla, Yomus y Boixos se enfrentaron antes del partido. También en Barcelona, entre ultras del Espayol y Athletic
INMA LIDÓN / GERMÁN GONZÁLEZ. EL MUNDO.- El sábado ha amanecido teñido de violencia en el fútbol español. Tanto en Barcelona, donde se disputó el Espanyol-Athletic, como en Valencia (Valencia-Barcelona), se han producido graves incidentes entre aficionados ultras de los equipos.
En las inmediaciones del estadio de Mestalla, seguidores radicales del Valencia (Yomus) y el Barça (Boixos Nois) se han enzarzado en una pelea masiva. Los incidentes han dado comienzo en torno al mediodía, horas antes de que dé comienzo el encuentro, fijado para las cuatro de la tarde en el recinto valencianista.
Los implicados en los incidentes se han golpeado con puñetazos y con palos y, además, se han lanzado conos de plástico, al tiempo que también se han visto bengalas que han causado zonas de humo en la Avenida de Suecia, donde se encuentra el acceso principal al estadio.
Algunos de los implicados en la pelea han utilizado las sillas y las mesas de los bares abiertos en la zona para lanzarlos contra aquellos a los que se enfrentaban. Efectivos de la Policía hah retenido e identificado a 60 personas supuestamente vinculadas a los grupos violentos que han participado en las agresiones y ha detenido a un seguidor del Barça sobre el que pesaba una reclamación judicial.
Al parecer, 120 ultras del Barça habían viajado sin entrada hasta Valencia, según ha confirmado el propio club. La Policía cree que se han citado por redes sociales con los ultras valencianistas de Yomus, que se habían concentrado horas antes las calles aledañas de Mestalla, antes de que se iniciara el dispositivo policial que rodeaba el partido. Han acudido con pasamontañas a las puertas de acceso principal al estadio, donde han comenzado los enfrentamientos.
El Valencia ha emitido un comunicado oficial en el que expresar «su más rotunda condena, una vez más, hacia cualquier expresión de violencia por parte de personas que nada tienen que ver con los valores del club ni representan en modo alguno a su gran afición«.
El club, que ya ha expulsado de su grada de animación a los aficionados ultras y sigue sometiéndola a un «proceso de regeneración», reitera su «firme compromiso con una tolerancia cero hacia toda forma de violencia ligada al fútbol y con la erradicación y expulsión de la misma del Camp de Mestalla».
Por otra parte, un grupo de ultras del Espanyol y del Athletic de Bilbao (Herri Norte), de ideología antagónica, se han enfrentado en el centro de Cornellà, cerca del estadio antes del partido entre los dos equipos. Los dos grupos se han lanzado todo tipo de objetos, como mesas, sillas y botellas, y han escapado cuando han llegado los Mossos d’Esquadra que estaban en el campo de fútbol realizando las tareas habitual de seguridad.
La pelea ha sacudido el centro de Cornellà en un día de mucha actividad, ya que es un punto comercial importante, por lo que se han visto vídeos de los enfrentamientos por las redes sociales. En algunos de ellos han aparecido imágenes de personas que han sufrido agresiones importantes no sólo con puñetazos y patadas sino también con golpes de sillas en la cabeza al caer al suelo.
Los Mossos d’Esquadra detuvieron a cinco personas e identificaron a otras 36 en Cornellà por enfrentamientos entre dos aficiones contrarias, del Espanyol y el Athletic Club de Bilbao. Los Antidisturbios de la policía catalana tuvieron que actuar ante los incidentes. Los arrestados están acusados de desórdenes públicos y lesiones. Hay un herido que fue trasladado al hospital.